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La vigésima sexta marcha nacional campesina reiteró ayer que sin reforma agraria y sin política para la producción nacional será imposible desarrollar el país.
Los integrantes de la FNC, alrededor de 2.700 según la Policía Nacional, marcharon desde el ex Seminario Metropolitano hasta Plaza Uruguaya, donde se hizo el acto central y se destacó la participación de la mujer. La marcha fue pacífica y en algunos tramos, la ciudadanía expresaba su simpatía y apoyo.
La secretaria general del gremio, Teodolina Villalba, dio un duro discurso en guaraní, apuntando a los tres poderes del Estado y a la falta de respuestas concretas a la problemática campesina: falta de tierra y solución a miles de compatriotas que se ven obligados a migrar del campo a la ciudad en busca de trabajo y de vivienda y en otros casos, incluso se rebuscan fuera del país, con las consecuencias que eso acarrea para las familias. “Nuestra generación tiene como desafío el grave problema de nuestro país, cuyo centro y cuya base es la concentración de la tierra. El modelo agroexportador crece insaciablemente, concentrando cada vez más y expulsando a campesinos e indígenas a través de la migración forzosa a otros países”, afirmó.
Indicó que la crisis económica se acentúa cada vez más y lamentó que se cierren fábricas y se pierdan puestos de trabajo, “mientras Mario Abdo Benítez se pasa viajando por el mundo”.
Señaló que este Gobierno ofrece a los sectores populares desalojos y violencia y que el actual Presidente, a siete meses de asumir, “ni nohetûi (ni huele todavía) las necesidades del pueblo”. Del Poder Legislativo dijo que en este periodo hay nuevas caras de recambio, pero solo en apariencia, ya que “en la esencia sigue siendo un mercado donde todo se compra y se vende”.
En relación al Poder Judicial, Teodolina dijo que en ese poder del Estado campean la injusticia, la corrupción, los sobornos y las presiones. “Los ricos se ríen desde la impunidad que les brinda el sistema. Sentencias judiciales se venden al mejor postor. El Poder Judicial es una máquina que tritura a los pobres y los almacena hacinados en horrendas cárceles”, apuntó.
Reiteró que mientras no haya reforma agraria, el país no se podrá desarrollar. “Aquí no habrá paz, porque el problema de la tierra es uno de los problemas principales”, indicó. Para hacer frente a toda esa situación se necesita construir poder popular, concluyó.