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Cartes arribó ayer a las 15:00 hora local (18:00 de nuestro país) a Veracruz, México, para participar de la XXIV Cumbre Iberoamericana, que se vuelve a hacer en este país tras 24 años. La primera edición se había realizado aquí. Cartes, al llegar al hotel, fue recibido por el rey Felipe de España.
Un total de 22 países integran la Cumbre Iberoamericana, pero, pese al fuerte lobby realizado por las autoridades mexicanas, al menos cinco presidentes declinaron su presencia a horas del inicio del evento, entre ellos las presidentas de Brasil y Argentina, Dilma Roussef y Cristina Fernández, respectivamente. La ciudad balnearia de Veracruz fue sitiada por los organismos de seguridad para el evento.
Entre las propuestas de declaración elaboradas por los cancilleres ayer, en el día de apertura de la cumbre, figura la decisión de crear un órgano que pueda certificar los niveles de educación superior en los países iberoamericanos. El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Eladio Loizaga, significó que todos los países de América Latina sufrieron en los últimos años la proliferación de universidades que lanzan al mercado gente de muy baja formación.
Por otro lado, se planteará ratificar los acuerdos de libre tránsito para países sin litoral marítimo. “Las medidas de seguridad que están consagradas pueden tomarse, pero a veces esas medidas son discrecionales o son arbitrarias. Lo que se señala es que el libre tránsito sea fluido, sin más restricciones que las que están establecidas”, dijo Loizaga.
Los cancilleres proponen además instar a Gran Bretaña y a la Argentina a que inicien un diálogo y dar una solución definitiva al conflicto por las islas Malvinas; a más de un expreso apoyo al proceso de paz en Colombia. Se felicita por los acuerdos que están siendo alcanzados. Todos estos acuerdos deberán ser ratificados por los jefes de Estado. La cumbre culmina hoy.
Cartes vino a Veracruz acompañado de su jefe de gabinete, Juan Carlos López Moreira; su asesor político Darío Filártiga y el Cnel. Manuel Rodríguez, edecán militar. El Jefe de Estado había suspendido este viaje, pero su colega mexicano Enrique Peña Nieto le pidió especialmente estar en el encuentro. El mandatario, luego de participar ayer de la misa central de la Virgen de Caacupé, se trasladó en helicóptero al aeropuerto Silvio Pettirossi, de donde en el avión de su asesor económico, Óscar Vicente Scavone, partió a México.
El vicepresidente Afara prefirió no hablar
El vicepresidente de la República, Juan Afara, cumplió ayer con los trámites de recepción de la presidencia de la República y con la formalidad de despedir al Jefe de Estado, y se retiró presuroso del aeropuerto.
Esta vez, prefirió no hablar con los medios y se limitó a saludar con un “buen día” antes de subir a su vehículo cuando se le requirió una entrevista.
Todo indica que la relación con el presidente de la República, Horacio Cartes, sigue siendo fría. Ayer estuvieron juntos en la misa central de Caacupé, pero llegaron por separado al espigón presidencial de donde partió Cartes.