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“No niego que he tenido incidencia, sería hipócrita, sería un cínico si digo que no he sido solidario con esta gente”, manifestó el legislador.
No obstante, acotó que muchas personas que aparecieron en la lista de los 38 parientes publicados ayer en nuestro diario no son sus familiares.
“La publicación es malintencionada, muchos de ellos no son mis familiares”, expresó en contacto con radio Cardinal.
Luego de tratar de aclarar algunos casos, dijo que si algunos de sus familiares son planilleros, pedirá disculpas públicas y ante el pleno del Congreso.
“¿Es un pecado haber nacido con el apellido Ovelar Benítez?”, cuestionó en otro momento.
Habló además de la “solidaridad” que tienen los políticos con muchos correligionarios y declaró que ello no va en contra de la Carta Magna.
“El hecho de posicionar no está impedido por la Constitución Nacional”, se defendió.
Comentó que todos los días recibe a más de 200 personas y muchas de ellas le piden trabajo.
El legajo del senador Ovelar en cuanto a supuestos casos de tráfico de influencias es amplio. En setiembre de este año fue acusado por la ministra de Educación, Marta Lafuente, de agresión.
El parlamentario se habría comportado violentamente cuando sus candidatos a supervisores fueron rechazados por la titular de la cartera estatal para ocupar cargos, ya que no contaban con el perfil requerido.
Cuando cometió dicho hecho, el legislador estaba saliendo de otro escándalo que le valió dos meses de suspensión por parte del pleno de la Cámara de Senadores.
Ovelar fue filmado en abril pasado mientras negociaba la compra de cédula de sus oponentes, para las elecciones generales del 21 de abril.
El legislador ofrecía un “trato apu’a” a un grupo de liberales. El caso está siendo investigado por la fiscalía.