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Justo Cárdenas no viene de una familia adinerada. Todo lo contrario. Quienes lo conocen cuentan que su abuela tenía un almacén en un barrio de Asunción y que sus padres eran personas trabajadoras, lejos de ser millonarias.
En cuanto a los antecedentes laborales de Cárdenas, no se le conoce trabajo en el sector privado, y los datos indican que comenzó su labor pública en el 2006, cuando asumía como secretario de la Vicepresidencia de la República, que entonces estaba a cargo de Luis Castiglioni. Andaba modestamente en un automóvil Honda Civic del año 1995 y su salario era de G. 7 millones.
La única propiedad que Cárdenas tenía a su nombre era un terreno baldío ubicado en la calle Herrera c/ Pa’i Pérez, de Asunción, que compró en cómodas cuotas. Sus aspiraciones políticas lo llevaron a candidatarse y ser electo diputado en el año 2008. Como cualquier otro “ciudadano común”, tenía un auto Suzuki Vitara del año 2000, y su salario trepó a G. 18 millones, aunque luego dejó la Cámara Baja con salario de G. 30 millones.
En esa época, inclusive, al parecer Justo Cárdenas tenía serios problemas económicos. Tal es así que, a través de un juicio de manutención que le entabló su exesposa y madre de dos de sus hijos, consiguió llamativamente pagar solo G. 500.000 por cada uno de ellos. Los antecedentes obran en la Justicia.
Pero sus problemas de dinero comenzaron a disiparse en el gobierno de Horacio Cartes. El entonces mandatario lo nombra presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) en el 2013, año en que tenía un Mercedes-Benz del año 2003. Para esta época, sumó un inmueble a su patrimonio, hacia la zona del barrio Recoleta de la Capital y luego dejó su vehículo viejo y adquirió una camioneta Nissan doble cabina del año 2012. Solo tres años de presidencia del Indert le bastó para constituir una sociedad anónima, llamada Agroindustrial Ganadera JPC, con la que según los papeles compró las 556 ha de Pirayú (Paraguarí), que están valuadas en US$ 3 millones y poseen inversiones en cabeza de ganado, eucalipto reforestado, maquinarias y diversos activos por al menos US$ 2 millones, según los datos a los que accedió ABC Color.