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El mensaje dirigido a todos los paraguayos se dio a conocer ayer ante los hechos de violencia que involucraron a algunos sectores en lucha por el poder.
Los obispos califican las elecciones del domingo “de gran importancia para la vida de la República” por lo que piden a las autoridades, a los líderes de los partidos políticos y a la ciudadanía exhortar a la pacificación de los espíritus, deponiendo toda actitud de fanatismo, de confrontación y de violencia.
“Si de por sí ya eran preocupantes la confrontación y violencia verbal observadas durante la campaña electoral, es grave que se hayan producido hechos de violencia física y que podrían volver a repetirse si no se adoptan las medidas, las actitudes y los gestos necesarios para este momento”, expresa el mensaje.
En otra parte, los obispos llaman a la cordura, a la prudencia y al respeto mutuo entre los diversos actores, instituciones y personas involucradas en el proceso electoral, antes, durante y después, para evitar todo tipo de acciones y situaciones que puedan derivar en hechos de violencia y que pongan en riesgo la integridad y la vida de las personas.
Recuerdan que el fin de la política es la búsqueda y el logro del bien común de la sociedad; y el acceso al poder a través de elecciones limpias y justas, con la participación amplia, democrática y consciente de la ciudadanía, es un medio para su realización. “Que las elecciones generales del próximo domingo 21 de abril sean un ejemplo de civismo, de tolerancia y de respeto entre paraguayos, para afianzar la democracia y trabajar todos juntos por una sociedad con mayor equidad y que posibilite el acceso a una vida digna a todos”, expresa.
No olvidar la oración
En su mensaje de ayer, los obispos del Paraguay invitaron a los fieles que estos días previos a las elecciones generales dediquen también un espacio importante a la oración, a la lectura de la Palabra de Dios y a la Eucaristía, pidiendo para cada uno y cada familia, para cada comunidad, la paz del corazón.
Instaron también a toda la ciudadanía a construir un país mejor, afianzar la democracia y trabajar todos juntos por una sociedad con mayor equidad y que posibilite el acceso a una vida digna para todos los que habitan el suelo patrio.
Los pastores de la Iglesia Católica llamaron también a la cordura, prudencia y respeto mutuo entre los diversos actores.