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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). Robledo instó a los jóvenes a tener la fortaleza y la valentía para luchar contra la corrupción, y que las familias y las instituciones educativas tienen la noble y grande misión de educar a los jóvenes contra el flagelo. Asimismo, las familias tienen el deber moral para respetar la vida y la dignidad de las personas, resaltó el obispo diocesano en la reciente misa central durante los festejos del día de San Lorenzo y los 243 años de fundación de este distrito homónimo.
“Pecado llámese corrupción, perversidad, robo, maldad, calumnia, murmuración, chisme, hipocresía, impureza, etc. Es fruto de un corazón que no ha permitido que la semilla de la palabra fecunde el corazón, y como consecuencia el hombre vive en una esclavitud diabólica, en el poder de Satanás”, afirmó el prelado.
Acotó que el pecado es una catástrofe al igual que la corrupción y esta a su vez es una enfermedad terminal que lleva al hombre a vivir de manera anticipada su propia muerte. En referencia a San Lorenzo, a quien pidió se tenga de ejemplo, porque fue un servidor de Jesucristo que no se dejó seducir por las riquezas temporales, por el contrario ofrendó su vida por los más necesitados, con alegría, aún en su martirio.
Afirmó que el joven santo amaba a Jesucristo y a los prójimos y que luchó contra la corrupción. Detalló que su vida era transparente y coherente, que debe ser imitada por jóvenes. “Por eso queridos jóvenes en este trienio de la Juventud sigan luchando contra la catástrofe de la corrupción, tal como están luchando otros muchos en el país”, indicó. Recordó que la corrupción produce muchísimas injusticias y crímenes, que destruye a las personas y a la sociedad. No obstante, cree que la esperanza es la juventud, que con ideales y deseo de cambio y protagonismo pueden construir una nueva sociedad.