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En la primera plana de la edición de ABC Color del 14 de mayo del corriente año, se afirma en términos asertivos, como no si no hubiera duda posible, BAJAC SE HALLA VINCULADO A UN SOSPECHOSO JUICIO DE USUCAPIÓN, y, en la página 10, dedica una página entera bajo el título BAJAC ESTA DETRAS DE UN VERGONZOSO JUICIO DE USUCAPION.
De acuerdo a la información de artículo, el juicio fue promovido contra la sucesión de Juan y José Falavela, cuyos herederos serían las personas afectadas, no obstante que con anterioridad habrían vendido el inmueble a las empresas BBC S. A. y River Plate S. A. de capital brasileño.
Quiere decir que el alevoso ataque contra mi persona proviene o de los herederos de Falavela o de las empresas brasileñas que podrían ser titulares de intereses afectados por el supuesto juicio de usucapión.
Toda la trama de la acusación se apoya en la conjetura resultante del hecho supuesto de que la actora en el juicio, Estanislaa Rosalva Trinidad, fue mi empleada doméstica, hecho que niego rotunda y categóricamente, no solamente no fue ni es mi empleada, sino que no la conozco.
En la edición del 15 de mayo, el diario se hace eco de mis aclaraciones relatadas en el párrafo anterior y, a consecuencia, desvía sus cañones contra la jueza que entendería en la causa, sabiendo que existen los estadios procesales donde se debe recurrir cuando una de las partes se sienta agraviada.
LOS PLEITOS SE GANAN Y SE PIERDEN DENTRO DE LA ESFERA JUDICIAL Y NO FUERA DE ELLA, Y SE DEBE ENTENDER QUE LA JUSTICIA ES PARA TODOS POR IGUAL, RICOS Y POBRES TIENEN EL MISMO DERECHO DE ACUDIR A ELLA EN DEMANDA DE SUS PRETENSIONES.
Sí, tengo una persona de servicio de nombre Ladislaa Colmán, quien hace cuatro años es actora de un juicio de usucapión de un terreno de 10x30 m, pero es tan absurdo, tan ridículo que ABC Color arroje una bomba aniquilante totalmente destructiva de mi reputación por una mera confusión de juicios o de nombres, sin más pruebas que sinceramente me resulta difícil dar una explicación a mis parientes, amigos y a la ciudadanía en general.
¿Me comprenderá usted, señor Zuccolillo? Decía Beethoven , citado por Eloy Fariña Núñez en el Pórtico de su libro de poemas intitulado Carmenes, NO RECONOZCO OTRO SIGNO DE SUPERIORIDAD QUE LA BONDAD. Yo me permito por vía de paráfrasis afirmar: NO RECONOZCO OTRO SIGNO DE INFERIORIDAD QUE LA MALDAD.
Si ABC arrojó contra mi persona y mi honor un trascendido tan perjudicial, sin fundamentos, imagino que Ud. tendrá la bondad de aclarar por el mismo medio y en primera plana que la información fue falsa, como prescribe en el art. 28 de la Constitución Nacional. Si Ud. cree que la misma es fundada, por favor dígalo de la forma que le parezca.
Imagino también que, si la mala persona que está detrás del hecho notoriamente vinculada con los afectados, Ud., Sr. Zuccolillo, no tendrá problemas en revelar su nombre, aunque sea el de un abogado amigo, porque así nomás no es normal que se embarque un medio de prensa tan importante en tan infortunada aventura.
Arrojar tanto odio infundado contra un ciudadano sin responsabilidad alguna ulterior no es bueno para la salud de la República. No le estoy pidiendo nada imposible. Solo deseo salvar mi honor".
Miguel Oscar Bajac Albertini.
De acuerdo a la información de artículo, el juicio fue promovido contra la sucesión de Juan y José Falavela, cuyos herederos serían las personas afectadas, no obstante que con anterioridad habrían vendido el inmueble a las empresas BBC S. A. y River Plate S. A. de capital brasileño.
Quiere decir que el alevoso ataque contra mi persona proviene o de los herederos de Falavela o de las empresas brasileñas que podrían ser titulares de intereses afectados por el supuesto juicio de usucapión.
Toda la trama de la acusación se apoya en la conjetura resultante del hecho supuesto de que la actora en el juicio, Estanislaa Rosalva Trinidad, fue mi empleada doméstica, hecho que niego rotunda y categóricamente, no solamente no fue ni es mi empleada, sino que no la conozco.
En la edición del 15 de mayo, el diario se hace eco de mis aclaraciones relatadas en el párrafo anterior y, a consecuencia, desvía sus cañones contra la jueza que entendería en la causa, sabiendo que existen los estadios procesales donde se debe recurrir cuando una de las partes se sienta agraviada.
LOS PLEITOS SE GANAN Y SE PIERDEN DENTRO DE LA ESFERA JUDICIAL Y NO FUERA DE ELLA, Y SE DEBE ENTENDER QUE LA JUSTICIA ES PARA TODOS POR IGUAL, RICOS Y POBRES TIENEN EL MISMO DERECHO DE ACUDIR A ELLA EN DEMANDA DE SUS PRETENSIONES.
Sí, tengo una persona de servicio de nombre Ladislaa Colmán, quien hace cuatro años es actora de un juicio de usucapión de un terreno de 10x30 m, pero es tan absurdo, tan ridículo que ABC Color arroje una bomba aniquilante totalmente destructiva de mi reputación por una mera confusión de juicios o de nombres, sin más pruebas que sinceramente me resulta difícil dar una explicación a mis parientes, amigos y a la ciudadanía en general.
¿Me comprenderá usted, señor Zuccolillo? Decía Beethoven , citado por Eloy Fariña Núñez en el Pórtico de su libro de poemas intitulado Carmenes, NO RECONOZCO OTRO SIGNO DE SUPERIORIDAD QUE LA BONDAD. Yo me permito por vía de paráfrasis afirmar: NO RECONOZCO OTRO SIGNO DE INFERIORIDAD QUE LA MALDAD.
Si ABC arrojó contra mi persona y mi honor un trascendido tan perjudicial, sin fundamentos, imagino que Ud. tendrá la bondad de aclarar por el mismo medio y en primera plana que la información fue falsa, como prescribe en el art. 28 de la Constitución Nacional. Si Ud. cree que la misma es fundada, por favor dígalo de la forma que le parezca.
Imagino también que, si la mala persona que está detrás del hecho notoriamente vinculada con los afectados, Ud., Sr. Zuccolillo, no tendrá problemas en revelar su nombre, aunque sea el de un abogado amigo, porque así nomás no es normal que se embarque un medio de prensa tan importante en tan infortunada aventura.
Arrojar tanto odio infundado contra un ciudadano sin responsabilidad alguna ulterior no es bueno para la salud de la República. No le estoy pidiendo nada imposible. Solo deseo salvar mi honor".
Miguel Oscar Bajac Albertini.