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LUQUE (Aníbal Velázquez y Arcenio Acuña). Bajo el lema: “América despierta”, “Viva la familia” “Mami... no dejes que me maten”, una multitud se concentró en el santuario Virgen del Rosario, que luego se unió a otro contingente reunido en la plaza Mcal. López. Seguidamente, todos juntos marcharon hacia la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), donde debatirán los cancilleres de los países miembros de la OEA, en cuyas cercanías montaron un escenario desde el cual hubo discursos.
Previamente, el arzobispo de Asunción Mons. Pastor Cuquejo ofició una misa en la plaza situada al costado del citado templo luqueño. El religioso, en varios momentos, exigió la defensa de la vida y del matrimonio fundado en la unión entre el hombre y la mujer.
“Estamos orando. Cristianos exhortan a la OEA no promover ni apoyar el aborto para que nuestras autoridades no caigan en la tentación de destruir las leyes de la naturaleza ni la Constitución, que garantizan la defensa de la vida y de la familia”, dijo el obispo.
Invitó a delegados paraguayos ante la OEA a hacer valer la vida contra toda intención de imponer el aborto. Cuquejo recordó que el único matrimonio válido es la unión de la mujer con el hombre. “No tenemos derecho a inventar otras formas o modelos de uniones. Somos amantes de la familia, aunque algunas veces faltan papá o mamá, pero allí están los hijos a quienes debemos proteger”, indicó el prelado.
En otro momento, invitó a las parejas que optaron por la unión libre a regularizar su relacionamiento para traer a los hijos y educarlos en la fe cristiana. Valoró a la mujer por ser la portadora de la vida, “que es sagrada”. Agregó que “no es solución matar a un niño porque es nuestra responsabilidad ver crecer y acompañar la vida”.
Unas 10.000 personas participaron de la marcha, aunque los organizadores señalan que fueron 20.000.
A último momento decidieron cambiar el itinerario de la caminata debido a las áreas restringidas y para evitar el encuentro con otros manifestantes.
Cerca de la sede de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), los manifestantes ocuparon uno de los carriles de la autopista, donde se instaló el escenario. Allí actuaron varios grupos musicales y los oradores exigían el respeto a la vida y a la familia.
Incidente
Por otra parte, unas 60 personas, activistas por los derechos de los homosexuales que quisieron llegar hasta donde estaba el mayor grupo de gente que se movilizó contra el aborto y la unión gay, fueron reprimidas por los policías cascos azules.
Uno de los referentes del grupo, Sergio López, manifestó que fueron golpeados y que una de las mujeres embarazadas necesitó ser derivada al Centro de Emergencias Médicas para ser atendida por médicos.
Un integrante de la organización “Somos Gay”, Adolfo Ruiz, indicó a una radioemisora capitalina: “Llegamos alrededor de las 19:00 con nuestros carteles, con banderas, y los cascos azules, sin motivo o provocación alguna, nos pegaron, nos tiraron gases lacrimógenos, nos patearon y tuvimos que retroceder”.
“Esto tiene que ver con lo que el canciller nacional -Eladio Loizaga- estaba diciendo hace un rato, que ‘la homofobia no existe en Paraguay’, pero esta es una muestra de que sí existe”, criticó.