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Desde la comodidad de su casa, María Selva Morínigo, esposa del ex fiscal general del Estado Javier Díaz Verón facturaba G. 200 millones, G. 300 millones, por asesorar a conocidos abogados, según la investigación fiscal por supuesto enriquecimiento ilícito que sigue su curso.
Hasta G. 400 millones en un día llegaba a cobrar, según dos facturas emitidas a dos abogados cuyos nombres el Ministerio Público todavía no revela aún.
El peritaje contable que tanto invoca la defensa de la pareja, Dr. Mario Elizeche, para argumentar lo acumulado por sus clientes registra ingresos de la mujer de entre G. 876,8 millones y G. 1.100 millones entre el 2014 y el 2017 en concepto de honorarios profesionales y la venta de ganado vacuno. Para el Ministerio Público, resulta llamativo el monto que cobraba la mujer por las cátedras que daba a los abogados, y no se sabe en qué casos específicamente.
Además, según la fiscalía, los documentos del Senacsa que fueron analizados no respaldan la totalidad de los montos atribuidos al negocio ganadero.
Cabe recordar que el matrimonio Díaz Verón-Morínigo Vargas fue imputado por supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero En el caso de la mujer, al no poder justificar el origen de unos G. 6.000 millones, según el informe del Ministerio Público. Millonarios aportes en efectivo en sociedades anónimas, cotizados inmuebles, lujosos vehículos, una vida de ostentaciones (fiestas, vacaciones, etc.), tienen a la pareja en la mira de la justicia.
En el caso del exfiscal, este no figura como accionista de sociedades. Sin embargo, realizaba aportes en efectivo a favor de su esposa y se hizo cargo del dinero, que en la escritura de Canto Rodado SA figura como inversiones de sus hijos Alejandro Díaz Morínigo y Yerutí Díaz Morínigo. Entre el 2013 y el 2017, Díaz Verón registra un aporte conyugal de G. 825 millones, según el informe pericial presentado por su defensa.