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El ministro de Defensa, Bernardino Soto Estigarribia, convocó a una conferencia de prensa ayer por la tarde para deslindar responsabilidad de la institución a su cargo y de las Fuerzas Armadas sobre la sicosis generada a nivel país por el Servicio Militar Obligatorio (SMO).
El mismo responsabilizó directamente al defensor del Pueblo, Miguel Godoy, de ser el causante de que miles de jóvenes se agolparan a las sedes de la Defensoría para gestionar el carnet de objetor de conciencia, ante el temor de ser “arreados” o no poder renovar sus documentos.
Comentó que el representante del Ministerio de Defensa en el Consejo Nacional de Objeción de Conciencia se ha opuesto a la aprobación de la reglamentación del objetor de conciencia y ha dejado constancia en acta. “Es a modo de deslindar la responsabilidad”, agregó.
El ministro enfatizó que a su institución le interesan “la preparación y adiestramiento del joven para que pueda estar en condiciones militarmente”.
Si bien reconoció que la Ley 579 establece tasas a pagar a las Fuerzas Armadas (FF.AA.), manifestó que a la institución castrense “no le interesa la recaudación. Lo que interesa es el cumplimiento del servicio militar obligatorio”.
Pero al insistírsele con el cobro de la tasa militar, de G. 90.000 anuales que se había informado desde la Dirección de Reclutamiento, el ministro especificó que las personas de 26 a 50 años “pueden pagar voluntariamente”. “Es un aporte que será importante, pero no existe sanción alguna. Si no pagan, no importa”, agregó.
Reconoció que existen más de 40.000 jóvenes en edad de cumplir el servicio militar, pero que la institución cuenta con 4.067 vacancias.
Sobre la manifestación de jóvenes contra el SMO el jueves y que denunciaron que hubo 147 muertes dentro de la institución militar (1989-2012), dijo que no negarán que hubo muerte de soldados, y luego señaló que los comandantes realizan todo el esfuerzo posible para evitar que mueran más jóvenes que reciben adiestramiento militar.
“Lo malo es que lo que ocurrió en tiempos anteriores se quiera poner como fundamento para eludir una obligación que tenemos”, dijo.
Largas filas e indignación
En Asunción, miles de jóvenes formaron ayer largas filas para tramitar su solicitud ante la Dirección General de Objeción de Conciencia en el microcentro capitalino. La línea medía casi cuatro cuadras alrededor del mismo bloque pasando por las Calles Palma, Chile, Nuestra Señora de la Asunción y Presidente Franco.
Funcionarios de la institución, cuya directora es Eva Giménez, indicaron que atenderían a los jóvenes de lunes a viernes de 07:00 a 15:00. La funcionaria dijo que “evalúan” extender la atención los fines de semana, pero no lo confirmó.