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Si Defensa forma parte de la estructura de mando castrense, los jefes militares dejarán de ser los ordenadores de gastos de sus unidades, con lo que perderán manejo sobre el presupuesto, explicó ayer una fuente militar consultada.
Actualmente, las unidades militares, con sus respectivos centros financieros y UOC (unidad operativa de contrataciones) gastan sus presupuestos, y la función del Ministerio de Defensa en el manejo presupuestario no es más que ser un “pasapapeles”, aunque en la ley tenga atribuciones de control, conforme a la fuente.
Los proyectos de reforma de las leyes militares, como la 216/93 de Organización General de las FF.AA. y la 1115/97 del Estatuto del Personal Militar, ya fueron remitidos por el Ejecutivo a la Comisión Permanente del Congreso, según informaron ayer en Defensa. En el proyecto de reforma de la 216, una de las propuestas es que Defensa sea parte de la cadena de mando de las FF.AA. La oposición a que Defensa pase a integrar la cadena de mando militar ya se había sostenido en la comisión que a nivel militar estudió en el 2012 los proyectos de reforma de las citadas leyes. Esta comisión estuvo presidida por el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., Gral. de División Pedro Aristides Báez Cantero, e integrada por representantes militares y asesores jurídicos de todas las armas (Ejército, Armada, Aviación).
Según otra fuente militar consultada ayer, el actual jefe de las Fuerzas Militares, Gral. de Ejército Jorge F. Ramírez, habría hablado al presidente Cartes de las inconveniencias que generaría Defensa en la cadena de mando. La reforma de la institución castrense es una deuda pendiente de los gobiernos de la transición, aunque varios la hayan prometido. El actual dice estar decidido a llevar a cabo para tener unas FF.AA. más pequeñas pero más efectivas, según dijeron.