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“Por orden de la Junta Directiva, mejor que renunciemos a esta sociedad”, escribió el 17 de junio de 2015 Carlos Sousa-Lennox, director de Marketing y Ventas de MF. El motivo: que la empresa había establecido negocios con firmas vinculadas al caso de los sobornos del fútbol mundial conocido como Fifa-Gate.
En julio de 2017, Ciffart volvió a ser tema de conversación entre los empleados de MF en Panamá. Así lo revela una nueva filtración de documentos internos del bufete panameño.
Ya golpeados por el escándalo mundial de los “Papeles de Panamá” y al borde del cierre definitivo por los problemas legales, MF decide renunciar como agentes registrados de una empresa llamada “Maua Company SA”. La firma era gestionada por el bufete World Business Commercial Corp (WCC) de Uruguay, la misma que gestionaba a Ciffart y entre sus directores aparecían Eduardo Márquez, Ely Ferrao y Nelson Greca, quienes también habían sido inscriptos como directores de la firma del grupo Vierci.
Mossack Fonseca consideró riesgoso seguir vinculada a una empresa que tenía demasiadas uniones con Ciffart. Ante esta situación, sumada a la falta de información sobre debida diligencia, el bufete también decidió renunciar como agente de otra empresa que ellos crearon.