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En febrero último, en plena campaña electoral, el Ministerio de Hacienda reportó que el 78% de los ingresos estatales se usaba para cubrir los salarios del personal (ver infografía). Para abril, mes de elecciones, la cifra se elevó al 79% abarcando la administración central y entes descentralizados que reciben aportes del Tesoro.
Sin embargo, otro informe de Hacienda de “Ingresos vs. Salarios (Presupuesto total) En billones G” (ver el cuadro), asegura que este gasto mantiene una curva de reducción constante salvo en 2015, año de elecciones municipales.
Según la Secretaría de la Función Pública (SFP), el Paraguay tiene alrededor de 281.000 funcionarios, tanto en la administración central como en municipios y otras instituciones.
De esta cifra, unos 201.000 son “nombrados” y con dos años en un cargo ya no pueden ser despedidos. Por otro lado, 80.000 estatales se encuentran como “contratados” que en su mayoría responden a padrinos políticos.
Esta situación en nuestro país preocupa seriamente a entidades como el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La primera es la entidad que más créditos internacionales concedió al gobierno de Cartes para endeudar al país.
Un informe del 2017 alerta que Paraguay es el país que más dinero dilapida en gastos rígidos salariales y tiene la peor calificación en rendimiento de funcionarios y planificación de RR.HH.