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KURUSU ISABEL, Concepción (Aldo Rojas Cardozo, corresponsal).Romilda Ferreira Vda. de Martínez vive junto con su hijo y dos nietos en la casa ubicada a 16 kilómetros de la capital del primer departamento. El joven policía quedó prácticamente inmóvil tras incrustársele en la cabeza una de las esquirlas (pedazo de varilla) luego de la explosión cerca de la estancia Rancho Z, en la localidad de Paso Barreto, a unos 90 kilómetros de la ciudad de Concepción.
Según dijo, su hijo solo mueve una de sus piernas y sus dos manos, no así los brazos y la cabeza. Su alimentación es delicada, ya que debe comer solo alimentos licuados. Durante el gobierno de Fernando Lugo el Ministerio del Interior había financiado la construcción de una pieza con baño adecuados para su estado. El joven debe permanecer en una pieza refrigerada, indicó su madre.
“Ojala que este nuevo gobierno le siga ayudando a él (por su hijo) porque se debe trasladar a Asunción para su control y lo solemos hacer en la ambulancia de la Policía, además los medicamentos que utiliza son varios y costosos, en la Comandancia nos daban para comprar. Espero que lo sigan haciendo, porque mi hijo es un héroe, Lo que necesitamos es que realice su fisioterapia que es costosa y no se está haciendo ese tratamiento”, señaló emocionada doña Romilda.
Sobrino asesinado
Sobre lo sucedido en la estancia Lagunita, dijo: “Es muy feo lo que pasó, el suboficial Feliciano Coronel, era mi sobrino y lo asesinaron, además tengo otros dos hijos policías por quienes me preocupo mucho. Ya es hora de que esto termine. Los policías en su mayoría son hijos de agricultores y a ellos se los mata, es terrible esta situación”, clamó.