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Ese grupo manejaba la información de que la secretaria de Estado contaría lo que ocurrió en la reunión del gabinete civil, el pasado 22 de junio, a la hora en que el Congreso deliberaba la suerte de Lugo.
Las fuentes indican que durante la extensa declaración, la ministra habría comentado que Lugo señaló a su gabinete civil que jefes militares le habían informado que lo iban a acompañar hasta el último día de su mandato constitucional.
Luego el exmandatario habría pedido la opinión de sus colaboradores, lo que, según trascendió, originó comentarios contrapuestos. Un grupo muy próximo a la ideología de Lugo supuestamente apoyó la idea al señalar que lo que estaba ocurriendo era un golpe parlamentario. Sin embargo, otro grupo habría manifestado una postura institucionalista al dejar en claro que si el Congreso resolvía removerlo había que respetar la decisión.
La ministra Liz Cramer, al terminar la extensa declaración que se inició ayer a las 8:00 y culminó a las 19:00, aproximadamente, dijo que no iba a hablar de lo declarado porque la audiencia quedó en un cuarto intermedio.
Ocurre que la declaración culminó, pero en el momento de la corrección se generó un problema técnico que impidió su lectura, ya que las letras se encimaban y se volvían ilegibles, por lo que no se registró la impresión. “Quiero leer mi declaración, quiero corroborarla, quiero firmarla”, indicó.
“Di los mayores detalles que pude, recordé todo como pude”, enfatizó la ministra. Lamentó que no haya culminado la audiencia y dijo estar a disposición de las fiscalas. “Me hubiera gustado terminar de una vez”, expresó.
Las fiscalas Estela Mary Cano y Raquel Brítez hablaron del problema técnico e indicaron que ya convocaron a un perito de la Fiscalía General del Estado. Se mostraron confiadas en que la declaración quedó guardada íntegramente en la computadora e indicaron que cuando se subsane el inconveniente técnico llamarán a la ministra para que pueda leer su declaración. Esto se realizaría el próximo lunes.