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El Frente Guasu habla de 1.500 funcionarios públicos despedidos en la era Franco, sin embargo, la ministra de la Función Pública, Nuria Isnardi, dijo que no registró ni una sola denuncia por despedido injustificado en la institución.
Los izquierdistas hoy se indignan, mientras que Lugo hizo lo mismo, incluso rajó a varios de sus ministros sin explicación alguna, solo respondiendo a sus caprichos o a chismes de su primer anillo.
Los primeros despedidos que realizó el exobispo fueron en la Dirección de Aduanas, hecho que motivó que diputados colorados abandonaran una sesión para solidarizarse con sus correligionarios.
A nueve meses de asumir el cargo, Lugo destituyó a cuatro ministros, a dos de ellos sin ninguna justificación. Cuando Horacio Galeano Perrone se encontraba entregando computadoras a niños en Caacupé se enteró de que fue reemplazado por Luis Riart; Cándido Vera Bejarano, quien tras sortear una crisis con los sesameros, fue reemplazado por Enzo Cardozo; A Blas Llano lo sacó de Justicia y Trabajo para tener un peleador en el Senado y ubicó en su reemplazo a Humberto Blasco, y en vez de Martín Heisecke en el Ministerio de Industria y Comercio entró Francisco Rivas.
Lo llamativo también de los cambios realizados por el exmandatario fue que algunos los hizo a través de mensaje de texto vía teléfono celular. Esa modalidad fue aplicada con Galeano Perrone y poco antes con Roberto Paredes, miembro del consejo de Yacyretá.
Al exministro Heisecke le ocurrió algo diferente, pues se encontraba en Hannover, Alemania, donde debía disertar ante empresarios extranjeros interesados en productos paraguayos. Se enteró por terceros de su salida del MIC.
Cambios cuestionados
Otro caso llamativo fue lo ocurrido con Optaciano Gómez, quien estaba al frente de la INC. Fue destituido al día siguiente de que Lugo le manifestó su apoyo.
El promedio de duración en el cargo de los colaboradores del expresidente era de apenas 16 meses.
Las otras remociones que sorprendieron fueron las de Efraín Alegre, del MOPC, Rafael Filizzola, de Interior y, Luis Riart, de Educación. Alegre y Filizzola no aceptaban la reelección de Lugo.
Según publicaciones periodísticas, el expresidente Lugo hizo más de 70 destituciones y nombramientos en los distintos ministerios, secretarías y empresas del Estado en poco más de tres años de gestión.
En promedio, según una investigación, sobre remociones y nombramientos en el gabinete, los hombres del presidente duraban un año y medio en sus cargos.
Los cambios realizados en Aduanas también generaron rechazo por parte de la ciudadanía. Por ejemplo, con la salida de Javier Contreras, quien había hecho repuntar las recaudaciones. Fue separado del cargo para ubicar a un incondicional del exsecretario privado de la Presidencia, Miguel Angel Rojas.
Tras el cambio, la institución aduanera se vino a pique, ya que los números de la recaudación disminuyeron notablemente y aumentaron los casos de denuncias de evasión. Uno de los más sonados fue el de los perfumes en Ciudad del Este.