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CARACAS (AFP). El actual gobernante Maduro no cesa de agradecerles “tanta lealtad y disciplina”, que sigue premiando con vasto poder en el gobierno y la economía.
La cuota militar en el Ejecutivo fue de 25% en tiempos del fallecido caudillo Hugo Chávez, y hoy se mantiene en un 26,4%, según la ONG Control Ciudadano.
De 32 ministros, nueve son militares, y dirigen carteras claves como Defensa, Interior, Agricultura y Alimentación, además de la petrolera PDVSA –que aporta 96% de los ingresos del país–, además de dirigir el servicio de inteligencia.
Un televisora, un banco, una ensambladora de vehículos, una constructora, o una compañía minera, petrolífera y gasífera refuerzan la influencia de los militares, que según analistas creció aun más a medida que el chavismo se hacía más impopular.
No en vano el mandatario considera a la Fuerza Armada la “columna vertebral” del país, que pasó de ser uno de los más prósperos de América Latina a padecer la peor crisis económica de su historia moderna.
Venezuela tiene 365.315 efectivos y 1,6 millones de milicianos civiles (fuerzas paramilitares armadas por el chavismo).
A la gratitud de Maduro, la cúpula militar –que pomposamente se declara “chavista, nacionalista y antiimperialista”– responde con frecuentes declaraciones de “lealtad”.
“Maduro se apoya en los militares, y estos, en Maduro, para beneficiarse económicamente y evitar ser objeto de medidas judiciales posteriores a una derrota del régimen”, comentó el politólogo Luis Salamanca.
No obstante, se han observado ciertas grietas en la granítica unidad Gobierno-Fuerzas Armadas-partido chavista.
El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, admite que el “diablo” ronda los cuarteles. Unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar contra el gobierno, incluso algunos generales.
Observando dichas “fracturas”, el exiliado expresidente del Parlamento, Julio Borges, considera que la Fuerza Armada es “el último eslabón” para lograr la caída del chavismo.
La ONG estima que unos 10.000 miembros de la Fuerza Armada pidieron la baja desde 2015.