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Loizaga señaló al principio que no iba a referirse a la postura de la representación diplomática estadounidense, pero luego, ante las insistencias de la prensa, dijo que tomaba nota y que rogaba que también se lean los pronunciamientos de otros países. “Cada uno puede dar su opinión, su visión, pero el Paraguay es un país soberano. Es un país en que el Gobierno está enmarcado en una actuación en el marco constitucional”, agregó.
La sede diplomática de EE.UU. en su comunicado instó a que “cualquier proceso de revisión de la Constitución Nacional paraguaya debe hacerse de una manera transparente y abierta, respetando los procesos democráticos e institucionales de acuerdo con la Constitución de Paraguay”. También expresó su “profunda preocupación por las violentas protestas ocurridas” y recomendó la moderación tanto a manifestantes como a autoridades.
Este posicionamiento de la embajada norteamericana fue interpretado en sectores de la oposición como un rechazo al atropello oficialista a los reglamentos del Senado para dar media sanción al proyecto de enmienda y que provocó los hechos de violencia el viernes pasado en la capital.
“Ni siquiera un tumulto percibieron”
Loizaga aseguró que la crisis política y la violencia que están afectando al país no tendrán consecuencias en la economía. Aseguró que las personalidades del sector empresarial que participaron de la reunión del BID y con quienes habló le dijeron que “ni siquiera realmente han percibido un tumulto que pudiera ocasionar una pérdida” de la imagen del país en el exterior. El canciller alegó que la reciente venta de bonos es una muestra de la confianza en el país.