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Monseñor Livieres fue recibido ayer a la mañana en Palacio de López por el presidente Federico Franco. Al concluir la audiencia, declaró a los periodistas que el destituido presidente Lugo prometió abandonar la política cuando se desempeñaba aún como obispo de la Iglesia Católica. “Se comprometió solemnemente ante 17 obispos más el nuncio apostólico, pero después continuó como si nada y arrastró a buena parte del clero y a una cantidad de monjas, y las capillas y las parroquias se transformaron en comités políticos de Lugo”, agregó.
“Teníamos que andar nosotros patrullando por ahí constantemente para impedir que los curas organicen meeting (encuentro) a favor de Lugo en sus iglesias y en sus capillas”, añadió.
A Venezuela y Cuba
Monseñor Livieres reveló que le consta que durante el gobierno de Lugo, ayudado por los curas o viceversa, a “los chicos de las capillas y de las parroquias se los entusiasmaba para ir a Venezuela por 15 días y les deban instrucción. No sé qué tipo de instrucción; supongo que ideológica”, expresó.
Preguntado si luego se formó el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), contestó que no sabe.
Prosiguió su relato diciendo que cuando los jóvenes volvían al país, tras 15 días, y “si funcionaban los llevaban por un mes y volvían acá y los que seguían siendo útiles los llevaban a Cuba. Así es que esto es una cosa dramática que pasó en la Iglesia del Paraguay”.
Cuando se le preguntó si Lugo podría haber llevado a jóvenes de otras diócesis, contestó:
“Seguramente, no tiene ningún freno porque en las otras diócesis también tenían la colaboración de parte del clero”.
Postura de obispos
Recordó que la Iglesia Católica no debe hacer un mea culpa porque no somos un bloque debido a que algunos obispos tuvieron una posición contraria a Lugo como Livieres y Claudio Giménez, titular de la Conferencia Episcopal Paraguaya, pero otros fueron tibios (no quiso dar nombres).
Livieres indicó que sancionó a todos los sacerdotes de su diócesis que estuvieron metidos en la política y no podrán ejercer el sacerdocio para siempre, salvo arrepentimiento. Citó que algunos trabajaban en Itaipú (sin mencionar se refirió a Walter Rojas).
No quiso hablar de la vida privada desordenada de Lugo cuando era presidente de la República. Pero indicó que se sabe ahora cómo se comportaba cuando era obispo.
“Un puñal clavado...”
El obispo de la diócesis de Ciudad del Este, Mons. Rogelio Livieres Plano, recordó ayer que en el 2008 había declarado que el exobispo de San Pedro Fernando Lugo es “un puñal clavado en la espalda de la Iglesia Católica”.
Pero agregó que esa espada ya no está ahí “porque pasó; Pero en su momento fue un caso terrible”.
“Es un obispo que deja su ministerio para dedicarse a una cosa propia de los laicos, digamos. Desprecia al ministerio y nos hace pensar que no sirve para nada ser obispo, hay que ser otra cosa”, concluyó.