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Las desacertadas declaraciones fueron proferidas por el teniente coronel Víctor Manuel Urdapilleta Almada, militar que opera nada menos que como vocero de la FTC. Este bloque, a su vez, es el brazo operativo del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), que dirige el general de Brigada Héctor Alcides Grau Domínguez, en su momento también portavoz de la misión y que llegó a su actual cargo tras hacer lobby abiertamente con los ganaderos de la zona para que estos le pidieran el nombramiento al presidente de la República, Horacio Cartes.
El teniente coronel Urdapilleta dijo textualmente que “es prácticamente imposible dar una cobertura al cien por ciento de todos los colonos, y más aun cuando ellos se desplazan en forma imprevista, en cualquier parte de su campo, sin dar ningún aviso a miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta”.
Posteriormente, se ratificó en que la misión de proteger a los menonitas es muy difícil y hasta los acusó de imprudentes.
“Sale un colono y se le antoja a las cuatro de la tarde ir a buscar un implemento que se quedó en el campo. Se sube a su vehículo y se va él solo”, refirió.
“Es un poco difícil tener una bola de cristal y adivinar la intención de cada colono”, continuó con su justificación.
Para rematar, argumentó que “países mucho más desarrollados que nosotros, con mayor tecnología y con mayor inversión en seguridad, tienen eventos de terrorismo. Para que te des cuenta de que es complicado”, les respondió a los periodistas que lo abordaron frente a la casa de Bernhard Blatz Friessen, en la Zona 12 de la colonia Río Verde, distrito de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro, a 18 kilómetros de la Ruta 3, a la altura del kilómetro 345.
Bernhard y el otro menonita, Franz Hiebert Wieler, fueron dejados en libertad por el EPP el lunes de mañana en un sector de la estancia “Luisa”, en la zona del kilómetro 395 de la misma carretera, pero ya en la jurisdicción de Yby Yaú, departamento de Concepción.
Las colonias menonitas Santa Clara de Tacuatí y Río Verde de Santa Rosa del Aguaray pagaron 500.000 dólares por la liberación de Franz y 750.000 por la de Bernhard, con lo que el EPP se embolsó otros 1.250.000 dólares con dos secuestros. En total, el grupo ya juntó 3.730.000 dólares, con los otros 10 plagios que cometió.
La FTC, en cambio, gasta más de 1.000.000 de dólares al mes, pero desde el día en que su creador Horacio Cartes ganó las elecciones generales, hace cuatro años y diez meses, la banda armada llevó a cabo 68 ataques, a diferencia de los 58 golpes que cometió el mismo grupo, pero en los 16 años anteriores.