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Al menos hasta anoche, la Fiscalía imputó a 30 personas asociadas con la red de tráfico de drogas, lavado de dinero y asociación criminal, liderada supuestamente por Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, alias Cucho, quien desde ayer está recluido en el cuartel de la Agrupación Especializada de la Policía, en Asunción.
De esos 30 imputados, 18 están presos y el resto prófugos.
Por ejemplo, la esposa de Cucho y una de sus cuñadas ya están en el presidio del Buen Pastor. Su hermano menor, un asistente de la Fiscalía y otros tres presuntos cómplices quedaron en el penal de Tacumbú.
Los siete policías de Caaguazú complicados por haber liberado, a cambio de una coima, un total de 190.000 dólares de la banda de Cucho, se presentaron anoche en el departamento Judicial.
De los que todavía están libres, los más resaltantes son el colombiano Nencer Alfonso Ramírez Lozano, quien sería el otro jefe de la banda internacional y cuya casa fue allanada en el condominio Paraná Country Club de Hernandarias, y el diputado colorado Ulises Rolando Quintana Acevedo. Contra este último ya existe pedido de desafuero y de detención.
Dicho parlamentario oficialista está imputado por tráfico internacional de drogas (como cómplice), tráfico de influencias, asociación criminal, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), mediante una orden de la jueza Lici Teresita Sánchez emitida ya el 5 de abril último, venía grabando todas las conversaciones de Cucho con sus tentáculos, entre ellos precisamente el señalado diputado altoparanense.
Entre otras cosas, hay grabaciones del 28 de agosto pasado, cuando Cucho llamó a Quintana y le pidió que lo ayudara a liberar 190.000 dólares que habían sido incautados por policías de Nueva Londres (Caaguazú).
Esa cantidad de dinero era trasladada en un doble fondo de una camioneta Fiat Strada que era manejada por un secretario de Cucho, quien tenía que llegar a Asunción para pagar por una carga de cocaína, según la pesquisa.
La Fiscalía informó que el legislador Quintana efectivamente invocó su investidura e intercedió a favor del capomafioso ante los policías intervinientes, quienes ahora están todos presos e imputados.
Tras las negociaciones en la comisaría, se produjo una pelea telefónica entre Cucho y el diputado, porque este último envió dos emisarios a la comisaría para que solucionaran el problema, pero que al final se quedaron con una parte del dinero devuelto por los policías.
Incluso, Cucho le dijo a Quintana que antes trabajaba mejor, cuando no ayudaba a nadie, en referencia al dinero que presuntamente paga al parlamentario.
De hecho, la Fiscalía concluye en su imputación contra el diputado que este inyectó dinero del narcotráfico a su campaña electoral, que utilizaba su investidura para ayudar a los narcos y que se benefició del ocultamiento de fondos de origen ilícito.