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La ceremonia de juramento de los miembros electos para el Consejo de la Magistratura se llevó a cabo ayer en la sala de sesiones del Senado.
Legisladores del Frente Guasu, de la disidencia del Partido Colorado y liberales, además de la mayoría de las legisladoras, a excepción de Mirta Gusinky y Blanca Lila Mignarro, optaron por salir de la sala en el momento que debía jurar Daniel Kriskovich.
Previamente, la senadora del Frente Guasu, Esperanza Martínez, leyó ante el pleno los mensajes que le habría remitido a su exalumna María Belén Whittingslow a través de su teléfono celular.
En dichos mensajes, el docente de la Universidad Católica le hacía diversas propuestas de carácter sexual a su alumna. Entre estas, le pedía que se ponga disfraces, que fuera a su oficina a tomar whisky y que deseaba tener relaciones sexuales con ella contra la pared, utilizando un lenguaje vulgar.
Según la sentencia que puso punto final al caso, el docente de la UC “solamente galanteó y cortejó” a la joven. La justicia dejó de lado el asunto, sin someter a peritaje el teléfono de la afectada para acceder a los mensajes. Días antes, el docente, en una declaración jurada admitió la existencia de los mismos. Sin embargo, para la fiscalía no fue acoso.
La senadora Martínez pidió postergar el juramento hasta que se aclaren las denuncias. Según lo expresado por María Belén Whittingslow, Kriskovich la demanda ahora por US$ 450.000 “por dañar su imagen”.
Abordado por los periodistas Kriskovich dijo ayer que “felizmente funcionó la institucionalidad”. Sostuvo que siempre fue transparente y que la causa fue desestimada. Afirmó que ya es cosa juzgada y que era inocente. Consultado si no le daba vergüenza lo revelado de sus mensajes, optó por no responder.