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Por lo que dicen en el entorno del presidente Cartes, él no renunciará a la Presidencia para jurar como senador el 30 de junio próximo –a partir del 1 de julio del 2018 comienza el nuevo periodo constitucional legis- lativo– y permanecerá en el Ejecutivo hasta el 15 de agosto, día en que asumirá el nuevo presidente.
Esta decisión del Mandatario –a menos que cambie después– está generando incertidumbres y especulaciones porque podría repetirse la historia de Nicanor Duarte Frutos, quien luego de dejar el Ejecutivo el 15 de agosto del 2008, trató de jurar como senador, pero los opositores y algunos colorados no le permitieron. El exmandatario sufrió la humillación de sentarse en una banca de la Cámara Alta, que tenía inclusive un letrero con su nombre, pero nunca pudo ejercer la senaduría.
Cartes podría sufrir el mismo menoscabo sobre todo si el Partido Colorado no consigue una amplia mayoría en el Parlamento en el próximo periodo legislativo. De hecho, ya hay sectores de la oposición, como el Partido Democrático Progresista (PDP), que anuncia que, en caso de tener representantes en el Congreso, promoverá la moción de impedir al actual Presidente formar parte de la Cámara Alta.
Cartes es el número uno de la lista colorada de candidatos al Senado, por lo que será electo senador en las elecciones generales del 22 de abril próximo.
La situación del vicepresidente Juan Afara, número cuatro en la lista colorada al Senado, es diferente porque podría renunciar a su cargo pocos días antes del inicio del nuevo periodo legislativo.
Estas dificultades se presentan porque la Constitución no previó que el presidente y vicepresidente de la República se postulen al Congreso. La Carta Magna en su artículo 189 dispone en forma imperativa que el expresidente sea senador vitalicio.
Sin embargo, hay interpretaciones, avalada por la misma Corte Suprema de Justicia, de que el cargo se senador vitalicio es honorífico y que no se pueden coartar derechos constitucionales como la libertad de postularse y ser elegido miembro del Legislativo.
La Carta Magna es tajante
La Constitución en su artículo 189 es tajante al disponer que los expresidentes “serán” senadores vitalicios. El art. dice: “Los expresidentes de la República, electos democráticamente, serán senadores vitalicios de la Nación, salvo que hubiesen sido sometidos a juicio político y hallados culpables. No integrarán el quórum. Tendrán voz pero no voto”. El expresidente Fernando Lugo al ser destituido en juicio político por mal desempeño de funciones en el 2012 quedó habilitado para ser candidato al Senado en el 2013, y logró un escaño en esta cámara. Otra distorsión de la senaduría vitalicia es otorgar fuero parlamentario a los expresidentes para salvarlos de procesos judiciales.