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Si Flavio Acosta Riveros pensó que con la reciente decisión del Supremo Tribunal Federal de rechazar la extradición sería liberado y quedaría impune, se equivocó.
Ayer, la jueza federal del 13er. turno de Curitiba Gabriela Hardt se declaró competente para llevar adelante el proceso en territorio brasileño y como primera medida ratificó la prisión del procesado.
“Reconozco por ahora la competencia de la Justicia Federal, conforme previsto en los incisos III, IV y X del art. 109 de la Constitución, siendo este un tema de cooperación internacional, que siempre es tratado por jueces federales, a partir de la lógica del art. 105, inciso I, la línea “i”, de la CF”, sostiene Hardt, quien destaca que el caso involucra relación del Estado brasileño con el paraguayo.
Como primera medida, la magistrada ratificó la prisión del procesado, tras destacar que existe fundado temor de que el mismo pueda huir nuevamente, en caso de que recupere su libertad.
“Según los datos anexados a los autos, Flavio Acosta es persona de elevada peligrosidad, siendo sospechoso de haber cometido el “doble homicidio calificado” en el Paraguay, del periodista investigativo y su asistente, además de haber menciones de sospechas de implicancia en otros delitos de igual gravedad. Tales hechos justifican la prisión preventiva como garantía al orden público, considerando la gravedad concreta de los delitos que le son imputados, en especial el doble “homicidio calificado”.
Hardt, quien suele sustituir al juez del caso “lava jato” Sergio Moro, otorgó un plazo de treinta días al Ministerio Público Federal para presentar la acusación correspondiente.
Acosta Riveros fue detenido el pasado 9 de enero en Pato Branco, Estado de Paraná, Brasil, tras ser denunciado por violencia doméstica. El mismo está sindicado como uno de los autores materiales del asesinato de Pablo Medina.
Acosta Riveros es sobrino de los hermanos Vilmar y Wilson Acosta Marques, este último prófugo de la justicia. Vilmar, exintendente de Ypejhú, afronta actualmente un juicio oral y público por instigar el asesinato de Medina, materializado el 16 de octubre del 2014.
PARTICIPÓ EN SEGUIMIENTO Y ATENTADO
En el informe conclusivo de los investigadores, que ahora es usado como elemento de acusación, figura que el 16 de octubre de 2014 el supuesto sicario Flavio Acosta Riveros se encargó de seguir a Pablo Medina durante un recorrido periodístico que hizo por la zona baja del departamento de Canindeyú.
Constantemente, Flavio llamaba desde su celular 0982-677482 a su tío Vilmar Acosta Marques, quien usaba el 0981-758591, para reportarle las novedades de la vigilancia que hacía, hasta emboscarlo junto con Wilson Acosta Marques.