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Por razones de seguridad, la audiencia se desarrollará en Asunción, en una de las salas de juicio orales a partir de las 8:00.
Los fiscales Sandra Quiñónez y Lorenzo Lezcano presentaron cargos contra Acosta Marques por el delito de homicidio doloso en grado de instigación, que tiene una expectativa de 30 años de cárcel, la máxima prevista en el Código Penal.
La audiencia es clave, ya que en ella se determinará si hay méritos para que la causa se eleve a juicio oral y público.
El exintendente de Ypejhú es considerado el autor moral del crimen del periodista y de Antonia.
La hipótesis de la fiscalía refiere que Vilmar pidió a su hermano Wilson y a su sobrino Flavio Acosta Riveros que perpetren el hecho.
Su exchofer Arnaldo Cabrera López declaró que su patrón estaba involucrado en el hecho. Indicó que usó su celular para monitorear el caso.
Pero como Cabrera no denunció el hecho en su momento, el juez Martínez lo condenó a 5 años, por el delito de omisión de dar avisó de un hecho punible.
Cabrera cumple su condena en la Agrupación Especializada, mientras que Neneco está recluido en la Penitenciaría Nacional.
Flavio Acosta Riveros, sobrino de Vilmar, está privado de su libertad en una cárcel de Foz de Yguazú, donde lucha para no ser extraditado, bajo el argumento de que es brasileño.
La constitución de Brasil prohíbe la extradición de los connacionales.
El único prófugo en este caso es Wilson Acosta Marques, hermano de Neneco, reconocido como uno de los que disparó a Pablo.
El crimen se registró el 16 de octubre de 2014, en Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú.