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Reiteró que eran los más interesados en saber quiénes incurrieron en estas irregularidades porque tenían sospechas sobre “infiltrados”. Según afirmó, ya sabían al momento de entregar las planillas ante el TSJE que de las 366.000 firmas que recolectaron y de las que se jactaron públicamente, que un porcentaje importante eran irregulares. Sin embargo, no pudo explicar por qué todos los dirigentes colorados no hicieron la aclaración.
Dijo que las denuncias sobre falsificaciones de firmas que no se hagan formalmente “no pueden entrar en el espectro de nuestro interés o de nuestra atención”. Indicó que les presentaron algunas denuncias y que las acercarán a los fiscales.
Sobre la responsabilidad por los eventuales delitos que se encuentren, expresó que lo deberá determinar la Fiscalía. Consultado si la responsabilidad no era de las autoridades que hicieron la presentación, dijo que se debe diferenciar entre “responsable y culpable” y que la culpabilidad era de quienes confeccionaron irregularmente las planillas. Al preguntarle si no se sentían responsables de la aparición de muertos y falsificaciones en las listas, contestó que lo mismo hizo el PDP en su momento y “nadie se rasgó las vestiduras”.
Culpa a la prensa
Consultado si no consideraron que por presión de la opinión pública trascendería las listas, Almirón dijo que sabían que “un sector de los medios de comunicación, en unidad de cohesión y de gestión con algunos sectores políticos estaban detrás de esto”. Manifestó que inclusive advirtieron a sus correligionarios “que se cuiden”.
Desestimó que las anomalías hayan sido hechas adrede como “pase de factura” al cartismo de dirigentes de base, al señalar que se exponían a ser individualizados y penados por la ley. Indicó también que no por dar la cara ellos podían ser los culpables, salvo comprobación.