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Según habría confirmado el propio Pérez Corradi a policías paraguayos, tras ser capturado en Ciudad del Este por agentes de Interpol, en mayo de 2015, pagó 100.000 dólares por su liberación y después entregó otros 20.000 dólares a los mismos agentes, por la cédula y el pasaporte que le consiguieron.
En un audio revelador, la concubina del criminal admite que incluso tras la primera extorsión, su pareja siguió pagando coimas.
“Cuatro meses lo que él le pagó a esa gente (de Interpol). Agosto, setiembre, octubre y noviembre (de 2015). Pero nunca fue de forma directa, siempre por intermediarios”, dice en un tramo del audio.
La mujer también advierte en la grabación que tiene una prueba de uno de los arreglos y que “yo les conozco (a los policías), demasiado bien me acuerdo, nunca me voy a olvidar”.
Los trascendentales datos que conoce la joven paraguaya podrían ser de suma utilidad a la Fiscalía paraguaya para desbaratar la mafia fronteriza que protegía a Pérez Corradi, pero que en los últimos meses desamparó al famoso criminal argentino y aceleró su detención, materializada el domingo pasado en Foz de Yguazú, Brasil.
Incluso, al notar que era grabada, la mujer de Pérez Corradi dice desafiantemente: “Yo no tengo problema en decir nada. Yo soy capaz de decirle a él (por su pareja) que diga cómo fueron las cosas. Yo ni siquiera sabía dónde él trabajaba. Él va a decir quién fue”.
Su “jefe”
María Gladys Delgado Brítez, ahora, pasa a ser una figura clave en la investigación, ya que en el mismo audio admite haber tratado directamente con el “jefe” de Pérez Corradi, quien fue el que puso el dinero para su liberación. Se habla de que una mafia árabe y una mafia china estarían al frente del esquema de tráfico.