Huérfano exige respuestas

“¿Por qué mi papá iba en un camión de cargas en vez de ir en uno de los vehículos blindados que se compraron para transportar tropas? ¿Será que estos blindados solo se usan para los desfiles militares”, se preguntó ayer el adolescente Alberto Torrasca (16), hijo del suboficial primero Lucio Torrasca, asesinado la semana pasada en Arroyito por el EPP junto con otros 7 militares. Fue durante un acto que se realizó frente al Panteón de los Héroes y del que participaron varios alumnos de colegios jesuitas, como el Cristo Rey y San Roque González de Paraguarí.

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El hijo del uniformado caído pidió a las autoridades explicaciones, atendiendo que la muerte de los soldados en Arroyito “era evitable”. “Otra cosa que me pregunto es por qué mi padre debía comprar su uniforme, su chaleco. ¿Acaso la FTC no tenían presupuesto? Particularmente lamento la desidia de los responsables de la seguridad del país”, manifestó Torrasca.

Agregó que no logra explicarse por qué los comandantes de las Fuerzas Armadas no cumplieron la orden del presidente Horacio Cartes de estar al frente de las fuerzas en el Norte. “Esa fue la orden del Presidente, pero una vez que ya no estaban las cámaras, se vinieron todos a Asunción. Mi padre y sus compañeros fueron enviados sin protección a una zona peligrosa. Ese tipo de negligencias no puede volver a suceder”, dijo el estudiante.

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