Cargando...
La nueva matriz salarial establecida por el Gobierno para sincerar los salarios y acabar con los beneficios extras que perciben los funcionarios públicos, lejos de acabar con los privilegios desató un nuevo carnaval con el dinero del pueblo, especialmente en la Cámara de Diputados.
La administración del Legislativo, a cargo del colorado Hugo Velázquez, implementó la nueva matriz salarial, pero al mismo tiempo mantuvo los beneficios extras que perciben los funcionarios; incluso los aumentó, y en muchos casos adjudicó pagos ilegalmente bajo la figura de “gastos de representación”.
Casi los 1.110 “trabajadores” con que cuenta la institución recibieron aumento. Los que quedaron relegados son porque no tienen padrinos, no responden a ningún sector o porque se los relaciona con algún legislador de periodos anteriores que ya no tienen peso en la Cámara.
Vergonzoso reparto
Un comparativo realizado entre los ingresos presupuestados en el 2014, y los del 2015 muestran el vergonzoso reparto del dinero público. Los aumentos rondan hasta los G. 20.000.000.
Uno de esos casos es el del funcionario de Tesorería, Francisco Javier Cáceres, quien de tener un ingreso de G. 9.824.800 en el 2014, a partir del 2015 su salario trepó a G. 29.127.900. Según los registros oficiales de la Cámara de Diputados, el sueldo de este funcionario el año pasado era de G. 3.250.500, pero llegaba a la suma mencionada mediante el cobro de gasto de representación y bonificación por responsabilidad. Con la nueva matriz salarial, los beneficios adicionales fueron sumados al sueldo, y se le otorgó un jugoso aumento. Para el 2015 su sueldo se estableció en G. 17.000.000. A este monto nuevamente fue agregado el pago de G. 8.200.000, bonificación por responsabilidad, y G. 3.927.900 en concepto de gasto de representación. Sumados los beneficios con el sueldo, el funcionario ahora percibe la nada despreciable suma de G. 29.127.900. Este es apenas un caso.
Por su parte, el director administrativo Alfredo Mongelós, de ganar G. 18.714.600 en el 2014, pasó a percibir en este 2015 G. 34.480.000; mientras el secretario general Carlos Samudio, de G. 21.108.800 en el 2014, pasó a percibir G. 33.008.800 en este 2015, según los datos oficiales.
Atornillado al cargo
Samudio (67 años) es funcionario de Diputados desde hace 52 años y debió jubilarse hace tiempo. Sin embargo, para no acogerse a la jubilación planteó una inconstitucionalidad ante la Corte y esta le fue favorable. La Ley 2345, de Sistema de Jubilaciones y Pensiones del Sector Público, estipula en su artículo 9 que “el aportante que complete 62 años de edad y cuente con al menos 10 años de servicio, tendrá que acogerse a la jubilación obligatoria”. Esta normativa se aplica a funcionarios de la administración pública, pero no para Samudio.
Más funcionarios
De nada sirvieron los escraches de la ciudadanía contra los legisladores a fines del 2013, cuando saltaron datos sobre los jugosos sueldos que percibían los funcionarios de esta institución caracterizada por su manejo clientelar y familiar. Lejos de disminuir gastos y número de funcionarios permanentes, aumentaron. De 1.058 en el 2014, pasó a 1.110 en el 2015, lo que significa al Estado una erogación de G. 95.164.200.000 anuales, solo en sueldos.
1.110 funcionarios permanentes tiene la Cámara de Diputados; 186 figuran en cargos superiores lo que lleva a concluir que hay en promedio 1 jefe por cada 6 personas. Solo en sueldo cuestan al pueblo anualmente G. 95.164.200.000.
nespinola@abc.com.py