Tras la desaparición del radialista Enrique “Kike” Galeano, funcionarios de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) le hicieron escuchar a una periodista de nuestro diario varias conversaciones telefónicas, probablemente obtenidas ilegalmente porque el registro de las llamadas no figura en ningún acta fiscal.

MAGDALENO Y EL COMISARIO

Una de las conversaciones, recordada nítidamente por la colega, corresponde a una conversación mantenida entre el diputado colorado nicanorista Magdaleno Silva con el comisario Osvaldo Núñez (entonces acusado de la desaparición de Galeano). Ambos -Silva y Núñez - estaban discutiendo por qué se habían puesto carteles publicitarios de los mafiosos buscados, carteles que habían sido instalados en Yby Yaú por la institución antidrogas. Del tinte de la charla se pudo desprender que existía un gran descontento de los capomafiosos afincados en la zona porque las “autoridades de la zona” no estaban cumpliendo con lo pactado: “La protección”.

MOLESTOS POR LOS CARTELES

El problema era más grave aún porque en los carteles aparecían las fotos de Jarvis Gimenes Pavao, Luis Carlos Da Rocha (Cabeza Branca), entre otros. Estaban molestos además por la serie de operativos de los antidrogas, sumada a las publicaciones periodísticas que vinculaban la desaparición del radialista Galeano, por ejemplo, con Cabeza Branca.

El contacto entre el comisario Núñez y el diputado Silva se produjo luego de que el alto oficial de la Policía Nacional tuviera una charla telefónica con un ciudadano brasileño, a quien el comisario lo llamó por un seudónimo. El hombre hablaba en portugués y decía que no se estaba cumpliendo con el pacto de proteger a un capomafioso que según los antidrogas se refería a Jarvis Gimenes Pavao: “Alguien va acabar o va a terminar porque no se está cumpliendo”, decía el brasileño en tono amenazante y bastante nervioso. Este mensaje fue transmitido por el comisario Núñez al diputado Silva.

Hubo además otro “pinchazo” telefónico entre el comisario y otro miembro del hampa. Esta vez era con el liderado por Cabeza Branca. En la serie de pinchazos telefónicos se puso en evidencia que Silva protegía a ambos bandos de la mafia fronteriza.

Si la institución dependiente de la Presidencia de la República obtuvo estos pinchazos, no sabemos si Nicanor accedió o no a las conversaciones. El cuestionamiento está en que aún sabiendo de la protección que ofrecía a los capomafiosos su más fiel colaborador y correligionario, Magdaleno Silva, continúe pontificándolo como lo hizo todo este tiempo y más aún, tras la “milagrosa” aparición con vida del radialista Kike Galeano.



Mañana: Aseguran que también la Fiscalía tenía un equipo de “fonopinchazos”.

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