Cargando...
Una de las vías de incorporación es la Justicia Militar a la cual ingresan numerosos abogados, muchos de ellos recién recibidos y sin un riguroso control de la idoneidad y la vocación, según fuentes militares. Las mismas nos aseguraron que en muchos casos a la hora de las incorporaciones prima más bien el padrinazgo o parentesco de algún alto jefe militar.
Nuestras fuentes castrenses coinciden también en enfatizar que el ingreso de profesionales abogados, además de otras carreras, es innecesario en las FF.AA. y más bien responde al criterio de ubicar a personas para que vivan de las arcas públicas.
La Ley 1115/97, del Estatuto del Personal Militar, en su artículo 66 permite el ingreso al cuadro permanente de las FF.AA. en la categoría de oficiales de egresados universitarios, pero a través de “llamados a concurso”. También en el artículo 67 habilita la incorporación en el cuadro de suboficiales a los bachilleres técnicos.
Sin embargo, la legislación no se cumpliría a cabalidad y el ingreso de civiles se ha convertido en un abuso que va en detrimento de los recursos públicos, según las críticas realizadas en las mismas Fuerzas Armadas.
Un ejemplo de incorporación masiva lo constituye el Decreto 5095, firmado por el entonces presidente Lugo el 31 de diciembre de 2010, por el cual pasaron a formar parte de las FF.AA. 375 personas en calidad de profesionales de “carrera complementaria”. Este concepto indica que son civiles, conforme nos explicaron. Sobre las incorporaciones de abogados en la Justicia Militar, el actual presidente de la Suprema Corte de Justicia Militar, Cnel. Augusto Kennedy, señaló que las mismas se hacen “de acuerdo con la necesidad. Hay muchas unidades de las FF.AA. de profesionales abogados”, aseguró el magistrado.