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Los peritos que se encargarán de las desgrabaciones de los mensajes de textos y otras diligencias son los licenciados Omar Cabrera y Sergio Salinas.
Las evidencias fueron presentadas el pasado 4 de diciembre al magistrado de Curuguaty, Martínez.
Es el producto del trabajo de peritaje de teléfonos celulares que fueron incautados en diversos operativos, tras el crimen de Pablo Medina y Antonia Almada, ocurrido el pasado 16 de octubre en Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú.
Entre las evidencias incautadas se encuentran teléfonos celulares de uno de los hijos de Vilmar Acosta Marques y otro del periodista.
Sin embargo, no está el teléfono de Arnaldo Cabrera López, que fue utilizado para supuestamente monitorear el atentado, por el entonces intendente de Ypejhú.
Según Cabrera, exchofer de “Neneco”, su patrón le quitó el teléfono para dirigir el atentado y ya no le devolvió.
“Siendo las 11 horas aproximadamente recibí una llamada de Flavio Acosta y al contestar la llamada me solicitó que pase el celular a Vilmar Acosta para que hable con él, al pasarle el celular Vilmar escucho decir a Flavio en guaraní “oima ko’ápe pe karai” (ya está acá el señor) por Pablo Medina, entonces Vilmar Acosta le contesta, pero ya no escuché parte de la conversación porque el mismo se dirigió a su dormitorio llevando mi aparato celular y ya no me devolvió”, declaró.
Esta parte del testimonio de Cabrera a la fiscalía describe el uso que se le dio al celular con el que se monitoreó el atentado.
El testimonio corresponde a lo que ocurrió horas antes del atentado que se registró a las 14:32.
Luego aparece en escena nuevamente ese teléfono celular tras el asesinato.
A las 15:30, Vilmar Acosta llamó desde el celular de Cabrera a Wilson Acosta.
Le preguntó si terminó el trabajo y al escuchar la respuesta, dijo textualmente: “Beleza pura”, con lo cual expresaba su satisfacción por el desenlace que tuvo Pablo Medina.
Cabrera alegó ante los fiscales Sandra Quiñónez, Cristian Roig y Lorenzo Lezcano, que su patrón le sacó el teléfono celular.
Sin embargo, otros testimonios dan cuenta que para hablar con Vilmar había que llamar a Cabrera, que siempre estaba en contacto con su jefe.
Esto lo señaló el coronel exjefe del destacamento de Curuguaty.
Por este motivo, Acosta se encuentra imputado en este caso en grado de complicidad, mientras que su patrón en carácter de autor moral.
Como autores materiales están imputados por homicidio doloso Wilson Acosta Marques, hermano de Vilmar y Flavio Acosta Riveros, sobrino de ambos.
El único detenido en este caso es Cabrera López.
Paralelamente, la Policía Nacional también realizó pericias balísticas, cuyos resultados también fueron puestos a disposición del juez Martínez.
El testimonio de Cabrera refuerza la hipótesis fiscal de que a Pablo Medina lo mandaron matar por las publicaciones en las cuales desnudaba la narcopolítica en el departamento de Canindeyú.
Pedido de apoyo a Brasil
La semana pasada, una comitiva paraguaya viajó hasta Brasilia, Brasil, para pedir apoyo en la búsqueda de los prófugos.
También solicitaron ante una eventual detención en ese país, que se facilite el camino de la extradición.
La comitiva la integraron el titular del Ministerio Público, Javier Díaz Verón; la fiscala Sandra Quiñónez y el fiscal de Asuntos Internacionales Juan Emilio Oviedo. Tuvieron el apoyo de los ministros Osvaldo Ostertag y Helena Felip de la Embajada paraguaya en Brasil. Se reunieron con autoridades de la Procuraduría General, Policía Federal, ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores.