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La propuesta fue planteada sobre tablas por el senador del Frente Guasu (FG) Sixto Pereira, quien ofreció los argumentos del dictamen de la Comisión de Reforma Agraria. Solicitó la expropiación de 11.281 hectáreas provenientes de tres fincas pertenecientes a la firma Agrotoro, del grupo Favero. Pidieron expropiar: del primer inmueble, 1.834 hectáreas; del segundo, 2.058; y de la tercera finca, 5.392 hectáreas.
Además, solicitó ampliar a 4.000 hectáreas el Parque Nacional Ñacunday, que actualmente cuenta con 2.003 hectáreas.
El parlamentario mencionó que la expropiación de las tierras facilitaría el asentamiento de 115 campesinos más en la zona.
A su turno, el senador liberal Miguel Abdón Saguier afirmó que es necesaria la distribución equitativa de la tierra para realizar la reforma agraria.
Por su parte, el también legislador liberal Fernando Silva Facetti solicitó la postergación del proyecto, ya que las tierras están valuadas en aproximadamente US$ 60 millones, cifra que deberá abonar el Estado.
Esta moción fue rechazada por el pleno.
El proyecto fue aprobado por los senadores colorados del G-15, el FG y los liberales, menos Silva Facetti y Emilia Alfaro. Tanto la senadora colorada Lilian Samaniego como los oficialistas Óscar González Daher y Juan Darío Monges no votaron.
“Es un rédito político”
El abogado José Costas, representante del grupo Favero, señaló que la decisión del Senado “fue un rédito político para conseguir votos”.
Manifestó que los senadores del Frente Guasu “mienten” para confundir a la ciudadanía.
Agregó que actualmente las tierras tienen un valor de US$ 165 millones.