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“El helicóptero Robinson tiene serias limitaciones en vuelos nocturnos y de ninguna manera debe despegar en condiciones meteorológicas adversas”, dijo.
“Al ser liviano no soporta mucho tiempo permanecer en turbulencias y se descontrola y a baja altura el piloto no tiene posibilidad de recuperarse”, manifestó el experimentado exmilitar con más de 29.000 horas de vuelo militar y comercial.
Igualmente, estableció un paralelismo con el accidente aéreo que ocurrió en similares características en 2001, cuando en un helicóptero de la misma marca y modelo, un Robinson 44, perdió la vida el anterior dueño de la Línea Aérea TAM, comandante Rolim Adolfo Amaro.
“Ocurrieron en las mismas condiciones, con la diferencia de que el helicóptero de Rolim paró su motor en el aire y cayó en forma vertical. En este caso el helicóptero en el que iba Oviedo se desplazaba en forma horizontal, se encontraba operando al momento de caer, por la forma de la dispersión de sus piezas”, explicó.
Para el Cnel. Aquino, la conjetura de que se trataría de un atentado es irresponsable. “Como piloto experimentado, descarto de que sea un atentado. Las claves son el vuelo nocturno, baja altura y turbulencia, pero puede haber otros factores. Desde mi punto de vista, no se pueden atribuir en forma apresurada e irresponsable que es un atentado”, acotó.