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FUERTE OLIMPO, Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). No se quejen si dejan de percibir el dinero prometido por que no trabajaron por nuestra lista, decía el precandidato colorado José Chamorro a sus seguidores.
Según sus colaboradores en estos días se producirá el pago a sus operadores de cada distrito de cara a las internas simultáneas previstas para el 17 de diciembre.
Utilizando la frase bíblica “con el sudor de tu frente te ganarás el pan”, el precandidato a gobernador de este departamento chaqueño instó a sus correligionarios a trabajar por el movimiento para ganarse el dinero que se les prometió.
Sin especificar el monto, se supo que cada operador percibirá entre 400 y 600 mil guaraníes en forma quincenal para solventar los gastos de campaña, que se intensifican los últimos 30 días de los comicios.
Después de ser por 10 años diputado por este departamento –entre los periodos 2003 y 2013–, donde fue considerado amo y señor de la zona, el polémico dirigente vuelve a la arena política para pugnar por el cargo de gobernador por la lista del diputado y aspirante a senador Óscar Tuma.
Al principio, Chamorro pretendió de nuevo volver a ocupar una banca en la Cámara de Diputados pero cambió de opinión.
Soy el enviado de Dios para ocupar este cargo por eso accedo a la voluntad del señor, afirmaba Chamorro a sus adherentes.
En las carpas oficialistas donde pugnan la actual gobernadora Marlene Ocampos para la diputación y el diputado José Domingo Adorno por la gobernación, el sistema prebendarista es similar. Sin embargo, los montos que perciben los operadores son muchos mayores.
Millonaria tragada
En el 2009, la Contraloría confirmó que el entonces diputado Chamorro (ANR) se apoderó de unos G. 250 millones de la Municipalidad de Puerto Casado, correspondiente a royalties. La denuncia fue realizada por el exintendente de la ciudad Rafael Romero (ANR).
Romero, entonces concejal departamental, había denunciado ante la fiscalía de Concepción que el 18 de octubre del 2006 el diputado Chamorro cobró la suma de G. 150 millones de un banco privado a nombre del municipio, para luego endosarlo y depositarlo a su cuenta personal en el mismo banco de plaza. Con otros G. 100 millones había hecho lo mismo.