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Lejos de haberlo adquirido en el marco de un seguimiento serio, paciente con base en técnicas forenses de investigación penal, el denunciante Luis Canillas, asesor jurídico de Yacyretá, se limitó a comprar el celular que supuestamente sirvió para detectar el “magnicidio”.
Esa realidad lo confirmaron resultados técnicos de pericias practicadas al celular presentado por el denunciante como elemento probatorio de que un grupo de senadores presuntamente planea el asesinato del Presidente de la República.
El teléfono celular se vendió y entregó a otra persona el 19 de diciembre del 2016 y no el 1 de ese mes, indican los elementos extraídos del móvil, según explicaron ayer fuentes allegadas a la investigación.
Indicaron que esos datos contradicen las afirmaciones que forman parte de la denuncia presentada por Canillas y evidencian que la mentira fue mal montada en los papeles presentados en el Ministerio Público, de acuerdo a las fuentes.
De acuerdo a los nuevos datos conocidos, una charla sostenida entre los hermanos Franco y Eduardo González, quienes tenían en su poder el teléfono, giró sobre la venta del celular a una persona que ya fue contactada por ellos y que sería Luis Canillas.
Eduardo González es apoderado legal de la Junta de Gobierno del Partido Colorado y forma parte del círculo cercano a los principales colaboradores del presidente Cartes.
La investigación técnica fue realizada por el perito Omar Cabrera del Ministerio Público, por disposición del fiscal Leonardi Guerrero.
El aparato que fue sometido a peritaje es un Samsung G-Ti9070 Galaxy S Advance con sistema operativo Android versión 2.3.6 y corresponde al número (0991)415-005, en el cual se encuentra el chat “Whatsapp SOS Paraguay”, objeto de la denuncia.
El supuesto grupo de WhatsApp denunciado lo integran Enrique Bacchetta, Arnoldo Wiens, Eduardo Petta, Blanca Ovelar, Adolfo Ferreiro y Calé Galaverna, entre otros.
El denunciante, quien se desempeña como asesor jurídico de Yacyretá con un salario mensual de 115 millones de guaraníes, había afirmado que había accedido al celular en noviembre de 2016.
Canillas aseguró varias veces que desde el penúltimo mes del año pasado la senadora opositora Desirée Masi trata de atentar contra el presidente Horacio Cartes.
En su denuncia el accionante dijo que, según grabaciones del chat del celular analizado, la senadora Masi se refiere al presidente Cartes y expresa: “Cuánto cuesta un sicario de medio pelo”.
Pese a afirmar tener conocimiento en noviembre del 2016 de la existencia de un plan magnicida, Canillas se tomó vacaciones y recién el 27 de enero presentó la denuncia ante la Fiscalía.
La tranquila vacación que se tomó Canillas llamó la atención de los investigadores y analistas de los detalles que rodean la denuncia sobre el “magnicidio”.
¿Cómo es posible que un allegado, amigo y fiel aliado del Presidente de la República se tome vacaciones y espere dos meses para denunciar semejante plan de asesinato?, se preguntó uno de los investigadores.
Si fue así, el mismo Canillas podría ser objeto de una investigación por encubrimiento de un hecho muy grave, sostuvo por su parte un abogado que sigue el caso.
Pruebas de laboratorio
Las extracciones de las evidencias que contradicen las afirmaciones plasmadas en la denuncia de Canillas fueron posibles gracias a investigaciones y pruebas realizadas en el moderno laboratorio forense del Ministerio Público.
Los nuevos datos fueron adheridos al expediente del caso y podrían obligar a la Fiscalía a realizar diligencias diversas, como más declaraciones, así como peritajes de otros elementos, según fuentes allegadas a la investigación del caso.
En curso de esta semana, el fiscal Leonardi Guerrero podría tomar las determinaciones sobre la tramitación y desarrollo de las investigaciones del caso, señalaron funcionarios del Ministerio Público.