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El doble homicidio se produjo en un camino rural de la colonia Itanaramí del distrito de Villa Ygatimí, cuando nuestro compañero se dirigía hacia su casa de Curuguaty, luego de hacer una serie de notas en algunas localidades campesinas.
El periodista de ABC Color firmó su “sentencia de muerte” al empezar a publicar las conexiones mafiosas y narcotraficantes del entonces intendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta Marques.
Además, Pablo se hizo eco de varios asesinatos cometidos por el clan del narcopolítico.
Algunas de las víctimas, supuestamente, incluso eran enterradas en el predio de la estancia de la familia Acosta, que después sería allanada.
El ataque a tiros en el que fallecieron Pablo y Antonia fue perpetrado por Wilson Acosta Marques y Flavio Acosta Riveros, hermano y sobrino de Vilmar, respectivamente.
El primero se encuentra aún fugitivo y presuntamente oculto en la frontera entre Ypejhú y Paranhos.
El otro matón, en cambio, sigue recluido en Foz de Yguazú, Brasil, en espera de su extradición.