Cargando...
El colono menonita de Tacuatí Abrahán Fehr Banman fue secuestrado por el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en la tarde del sábado 8 de agosto pasado, aunque uno de sus peones fue liberado recién al día siguiente, para entregar a la familia de su patrón el mensaje de la banda armada, consistente en el pedido de 500.000 dólares a cambio de la liberación.
Los criminales incluso emplazaron a la familia de su víctima hasta el miércoles 12 de agosto a las 14:00 para efectuar el pago, pero ese mismo día el padre y dos hermanos de Abrahán aclararon en una conferencia de prensa que atraviesan por una crítica situación financiera y que sería imposible que juntaran la plata.
Hoy, a una semana del vencimiento del plazo, los allegados a la familia indicaron que los terroristas se llamaron a silencio, por lo que los investigadores estiman que el plagio podría durar varios días más, teniendo en cuenta las similitudes con los otros casos, como el de Arlan Fick Bremm (liberado en nueve meses) y el policía Edelio Morínigo Florenciano (aún en cautiverio).
El padre del menonita secuestrado, que también se llama Abrahán Fehr, confirmó ayer que los miembros del EPP no se han vuelto a comunicar con ellos y reiteró que aún no cuentan con el dinero pedido como rescate.
Por otro lado, el puesto policial N° 2 de la colonia Manitoba de Tacuatí, dependiente de la Jefatura de Policía de San Pedro, fue reforzado desde ayer luego de la reunión que mantuvieron el lunes último la familia del secuestrado y autoridades nacionales, como el ministro del Interior, Francisco de Vargas; el comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, y el fiscal antisecuestro Joel Cazal.
Paralelamente, los menonitas de las colonias Manitoba y Santa Clara del distrito de Tacuatí, al igual que de las colonias Río Verde y Nuevo México de la ciudad de Santa Rosa del Aguaray, se solidarizan con la familia de Abrahán Fehr y cada noche se reúnen para una cadena de oración, implorando por la liberación del secuestrado y que pueda retornar la paz en la colonia.
Tras el secuestro del menonita, los colonos se juntan cada noche en la casa del secuestrado para dar apoyo moral a la esposa de Abrahán, Ágata, y sus cuatro hijos menores, dos de los cuales habían sido llevados por algunas horas por el EPP.