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“Era el campamento grande (del EPP), se encontraron verduras y frutas frescas, solamente hacía horas que salieron” del lugar, señaló el agente del Ministerio Público en conversación con la radio 780 AM. De esta manera se refiere a la tardía reacción de la FTC luego de la desaparición del suboficial Edelio Morínigo, que se produjo el sábado último, a la siesta.
Los policías y militares asignados al combate al grupo criminal que mantiene secuestrado a Arlan Fick recién tomaron conocimiento del hecho el lunes a la mañana. Y peor aún, esperaron el martes a las 5:30 para realizar la incursión en la zona donde ocurrió el encuentro entre los cazadores (incluyendo el policía) y los miembros del EPP.
Lo que se desprende de esta información es que las autoridades dejaron pasar 24 horas desde que se enteraron del suceso para reaccionar.
“La zona es de muy difícil acceso por las noches (…); además esta gente (los del EPP) dijo al grupo que agarró (los amigos de Morínigo) que iban a poner bombas en toda la zona”, justificó el fiscal Cazal. Añadió que hubo dificultades para ubicar el campamento.
Cazal dijo que los testigos también estaban bastante vulnerables y colaboraban conforme iban recuperándose del susto. Estos son los amigos del policía desaparecido, quienes fueron con él de cacería el sábado en Arroyito, distrito de Horqueta.
Un grupo armado, compuesto por 10 a 14 personas, entre ellas una mujer, los retuvo a todos por unas horas ese día, pero finalmente los dejó en libertad, excepto al uniformado Morínigo.
Por la cantidad de integrantes y las carpas levantadas en la zona, se presume que el campamento hallado era el “puesto de comando” del EPP, informó el fiscal y aseguró que “ya se puede decir que el policía está en manos del EPP”.