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Expresa en su escrito que Estanislaa Rosalva Trinidad nunca fue su empleada doméstica, como afirmamos nosotros en una primera oportunidad.
Aclaró que sí tiene una persona de servicio llamada Ladislaa Colmán. Y agrega: ...quién hace cuatro años es actora de un juicio de usucapión de un terreno de 10 por 30, pero es tan absurdo, tan ridículo que ABC Color arroje una bomba aniquilante totalmente destructiva de mi reputación por una mera confusión de juicios o de nombres, sin más pruebas que sinceramente me resulta difícil dar una explicación a mis parientes, amigos y a la ciudadanía en general.
Existe una confusión entre los nombres Ladislaa y Estanislaa, pero el doctor Miguel Oscar Bajac se apresura en asegurar que arrojar tanto odio infundado contra un ciudadano sin responsabilidad alguna ulterior no es bueno para la salud de la República. No le estoy pidiendo nada imposible. Solo deseo salvar mi honor.
Ya que habla de la salud de la República, vamos a recordar al ministro de la Corte Suprema de Justicia que su empleada Ladislaa Colmán se ha convertido en un peligro para el marco jurídico del país.
Ladislaa es ocupante de un lote que pertenece a Roberto Jesús Brugada Huerta, ubicado en Padre Sarmiento entre Sargento Pirelly y Santos Canillas, barrio Itacurubí, Concepción.
La empleada doméstica de Bajac inició en el año 2001 un juicio de usucapión ante el juzgado de primera instancia de la ciudad.
El 16 de julio del 2002 el juez Eduardo Villarta Martí dictó sentencia número 162, que rechaza la demanda por improcedente.
La resolución se apeló, pero el tribunal de apelaciones confirmó el fallo.
Se volvió a presentar una segunda demanda de usucapión el 18 de marzo del 2003 que el juez Fausto Cabrera rechazó porque era cosa juzgada.
Esta misma sentencia volvió a ser apelada y fue de nuevo rechazada.
Parece ya un chiste de mal gusto, pero el tema no acaba aquí. La empleada doméstica del doctor Bajac inició dos juicios por un mismo inmueble, perdió ambos; apeló y volvió a perder las dos apelaciones.
Su abogado Abel Rejalada decidió llegar hasta la Corte Suprema de Justicia con una acción de inconstitucionalidad que también fue rechazada. Esto sucedió el 2 de febrero del 2004.
Tres meses después de negarse la acción de inconstitucionalidad, el 15 de abril del 2004, se abrió la sucesión de Dolores Vallejos viuda de Colmán, madre de Ladislaa.
Un detalle: 18 años y tres meses después de muerta, se inició la sucesión ¿El objetivo? Presentar una ¡tercera demanda de usucapión! sobre un mismo terreno.
Ladislaa Colmán perdió en todas las instancias, inclusive en la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, el 7 de octubre del 2005 comenzó un tercer juicio de usucapión.
Increíble. Esto se puede observar exclusivamente en una republiqueta marihuanera como Paraguay. Por suerte, al doctor Bajac le preocupa la salud de la República.
Como si no fuera suficiente lo que estamos narrando, el juez Eduardo Villarta Martí cambió su fallo anterior y dictó el auto interlocutorio Nro. 106 del 13 de marzo del 2006, que rechaza la excepción de cosa juzgada.
El cambio de opinión de Villarta, un verdadero adefesio jurídico, sucedió cuando el doctor Miguel Oscar Bajac era miembro de la Corte Suprema de Justicia y responsable de la circunscripción judicial de Concepción.
Intentamos conversar con el doctor Bajac, pero su teléfono celular se encontraba desconectado. Es probable que haya estado ocupado viendo como salvar su honor.
Aclaró que sí tiene una persona de servicio llamada Ladislaa Colmán. Y agrega: ...quién hace cuatro años es actora de un juicio de usucapión de un terreno de 10 por 30, pero es tan absurdo, tan ridículo que ABC Color arroje una bomba aniquilante totalmente destructiva de mi reputación por una mera confusión de juicios o de nombres, sin más pruebas que sinceramente me resulta difícil dar una explicación a mis parientes, amigos y a la ciudadanía en general.
Existe una confusión entre los nombres Ladislaa y Estanislaa, pero el doctor Miguel Oscar Bajac se apresura en asegurar que arrojar tanto odio infundado contra un ciudadano sin responsabilidad alguna ulterior no es bueno para la salud de la República. No le estoy pidiendo nada imposible. Solo deseo salvar mi honor.
Ya que habla de la salud de la República, vamos a recordar al ministro de la Corte Suprema de Justicia que su empleada Ladislaa Colmán se ha convertido en un peligro para el marco jurídico del país.
Ladislaa es ocupante de un lote que pertenece a Roberto Jesús Brugada Huerta, ubicado en Padre Sarmiento entre Sargento Pirelly y Santos Canillas, barrio Itacurubí, Concepción.
La empleada doméstica de Bajac inició en el año 2001 un juicio de usucapión ante el juzgado de primera instancia de la ciudad.
El 16 de julio del 2002 el juez Eduardo Villarta Martí dictó sentencia número 162, que rechaza la demanda por improcedente.
La resolución se apeló, pero el tribunal de apelaciones confirmó el fallo.
Se volvió a presentar una segunda demanda de usucapión el 18 de marzo del 2003 que el juez Fausto Cabrera rechazó porque era cosa juzgada.
Esta misma sentencia volvió a ser apelada y fue de nuevo rechazada.
Parece ya un chiste de mal gusto, pero el tema no acaba aquí. La empleada doméstica del doctor Bajac inició dos juicios por un mismo inmueble, perdió ambos; apeló y volvió a perder las dos apelaciones.
Su abogado Abel Rejalada decidió llegar hasta la Corte Suprema de Justicia con una acción de inconstitucionalidad que también fue rechazada. Esto sucedió el 2 de febrero del 2004.
Tres meses después de negarse la acción de inconstitucionalidad, el 15 de abril del 2004, se abrió la sucesión de Dolores Vallejos viuda de Colmán, madre de Ladislaa.
Un detalle: 18 años y tres meses después de muerta, se inició la sucesión ¿El objetivo? Presentar una ¡tercera demanda de usucapión! sobre un mismo terreno.
Ladislaa Colmán perdió en todas las instancias, inclusive en la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, el 7 de octubre del 2005 comenzó un tercer juicio de usucapión.
Increíble. Esto se puede observar exclusivamente en una republiqueta marihuanera como Paraguay. Por suerte, al doctor Bajac le preocupa la salud de la República.
Como si no fuera suficiente lo que estamos narrando, el juez Eduardo Villarta Martí cambió su fallo anterior y dictó el auto interlocutorio Nro. 106 del 13 de marzo del 2006, que rechaza la excepción de cosa juzgada.
El cambio de opinión de Villarta, un verdadero adefesio jurídico, sucedió cuando el doctor Miguel Oscar Bajac era miembro de la Corte Suprema de Justicia y responsable de la circunscripción judicial de Concepción.
Intentamos conversar con el doctor Bajac, pero su teléfono celular se encontraba desconectado. Es probable que haya estado ocupado viendo como salvar su honor.