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En total, 29 listas de candidatos se presentan a pugnar por 45 bancas que posee la Cámara de Senadores para el periodo de cinco años, que abarca desde el 30 de junio de este año hasta el 30 de junio de 2023.
En los pronósticos previos se avizora una fuerte lucha por los votos. Antecedentes muy recientes demuestran que el electorado nacional y particularmente en las zonas urbanas opta por “cruzar” los votos. Es decir que vota a candidatos de un determinado partido para la presidencia y vicepresidencia de la República, pero opta por la lista de otro partido para el Congreso.
El escenario actual que existe en la Cámara de Senadores muestra que ninguno de los partidos o movimientos políticos representados cuenta con una mayoría propia, o sea con la mitad más uno de los 45 integrantes de la cámara. La primera minoría la constituye la ANR, Partido Colorado, con 19 representantes (20 con el concurso de Eduardo Petta que se pasó del PEN a la ANR). Luego viene el PLRA, con 13 integrantes, el Frente Guasu, con 5, el PDP con 3, Avanza País con 2 y Unace con 2.
Según los pronósticos previos, esta representación diversa se podría mantener para el próximo periodo e inclusive acentuarse.
De las 29 listas que se presentan ahora, representando a otros tantos partidos y movimientos, solamente 6 de ellos tienen representación en el Senado actual. Uno de los fenómenos que se observan en esta elección es que algunos candidatos nuevos se desprendieron de su partido para presentarse en una lista aparte.
La composición del Senado que resulte de la elección de hoy condicionará el panorama político. En caso de que el oficialismo obtenga 23 o más senadores tendrá el control de la cámara y solamente deberá preocuparse de mantener la unidad. De no conseguir esos números, se verá obligado a negociar caso por caso con algunos sectores para poder impulsar sus proyectos e iniciativas.
En caso de que los sectores de la oposición, divididos en varios partidos y movimientos, tengan mayoría se planterá la duda si actuarán en forma consensuada y coordinada o si algunos optarán por sumarse al oficialismo.
Atribuciones claves
La importancia de la relación de fuerzas que exista en el Senado radica en que la Constitución de 1992 le otorga algunas atribuciones claves y exclusivas, establecidas en el artículo 224.
Entre ellas, están iniciar la consideración de los proyectos de ley relativos a la aprobación de los tratados y acuerdos internacionales.
Igualmente, prestar su acuerdo para conformidad para los ascensos militares y de la Policía Nacional, desde el grado de Coronel del Ejército o su equivalente en las otras armas y servicios y desde comisario principal para la Policía Nacional.
Otra atribución del Senado es aprobar la designación de embajadores y ministros plenipotenciarios en el exterior. Asimismo, autoriza el envío de fuerzas militares paraguayas permanentes en el exterior, así como el ingreso de fuerzas militares extranjeras al país.
También es el Senado el que presta acuerdo para la designación del presidente y los directores de la Banca Central del Estado. Igualmente para la designación de los directores paraguayos de las entidades binacionales
El Senado tiene además la última palabra en materia de aprobación del presupuesto general de la Nación y es el que define en última instancia los juicios políticos a las más altas autoridades, que se inician en la Cámara de Diputados.
Otro elemento significativo en esta elección en relación al Senado, que lo convierte en un epicentro del poder político, es que tres exmandatarios y un exvicepresidente se presentan como candidatos a una banca. En el caso de los expresidentes, las candidaturas de dos de ellos están cuestionadas, aún después de que la Corte Suprema de Justicia haya avalado, debido a que su postulación choca con lo dispuesto en el artículo 189 de la Constitución, que dispone claramente que los expresidentes de la República que no hayan sido destituidos por juicio político serán senadores vitalicios.
De cumplirse las previsiones de las encuestas, se tendría en el próximo periodo uno de los senados con mayor diversidad política desde la vigencia de la actual Constitución.
Esto hará necesario que el próximo presidente tenga una gran capacidad de consenso para tener gobernabilidad en su gestión.