Cargando...
“ACA y EPP son guerrilleros amigables que no tienen confrontación con nuestra facción”, dice uno de los mensajes que recibió el 15 de julio de 2016 David Timoteo Ferreira, uno de los supuestos líderes del grupo criminal brasileño Primer Comando da Capital (PCC) asentado en Paraguay, conocido con el alias de “Luan”, por parte de uno sus soldados.
De acuerdo a una serie de intercepciones realizadas por agentes de inteligencia y a las que tuvo acceso ABC Color, en aquellos días el grupo criminal había iniciado la recolección de datos sobre otras facciones que operaban en territorio paraguayo y el análisis de posibles alianzas con ellos.
El autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y su desprendimiento, la ya extinta Agrupación Campesina Armada (ACA), representaban particular interés para los criminales brasileños.
El teléfono de “Luan” fue incautado durante una serie de procedimientos realizados luego del asalto a la sede de la firma Prosegur en Ciudad del Este, en abril de 2017, cuando el grupo criminal se apoderó la capital del Alto Paraná.
Despliegue de inteligencia
Los mensajes encontrados en el teléfono de Ferreira demuestran un alto despliegue de inteligencia por parte de los criminales brasileños, incluso desde el interior de las cárceles paraguayas.
En el celular del jefe de la banda criminal se encontraron varios mensajes en los que los miembros del PCC detenidos en las cárceles describían hasta el más mínimo detalle sobre la cantidad de “soldados” del EPP y la ACA que se encuentran recluidos con ellos.
Cada informe contaba con la descripción detallada de la historia de los grupos criminales de la zona norte del país y el número de sus miembros recluidos y en cuáles penitenciarías se encontraban.
Bautismos y cercanía
Esa actitud “amigable” del EPP y la ACA sería utilizada luego, de acuerdo a los informes de inteligencia, para establecer acercamientos mayores aprovechando que comparten pabellones en las cárceles.
Los informes señalan que varios miembros del EPP y la ACA fueron bautizados como nuevos soldados del PCC en el interior de las penitenciarías.
Esa información fue confirmada por los propios jefes del peligroso grupo criminal brasileño intercambiado con sus pares en Brasil y Paraguay.
La mayor parte de esos bautismos se dieron en las penitenciarías del interior del país.
En los mensajes detallan los nombres y apellidos de sus nuevos soldados, además de poner las fechas de sus “bautismos”, los apodos con los que pasarán a ser conocidos dentro de la organización criminal y hasta la lista de quienes hicieron las veces de “padrinos” para el ingreso al grupo del que ahora forman parte.
Buena parte de los bautismos fueron a mujeres que se encontraban recluidas por diversos niveles de involucramiento con el EPP y la ACA.
“Sangre con sangre”
El “bautismo” es considerado fundamental para quienes forman parte del grupo criminal PCC. Es una tradición copiada de las mafias italianas y con las que aseguran la fidelidad de sus miembros.
“Vida con vida y sangre con sangre” es una de las tantas máximas con las que se guían estos grupos criminales.
Con el bautismo de los miembros de los grupos terroristas del norte los criminales brasileños consiguieron un acercamiento mayor con los primeros y, a la vez, incrementar el número de soldados con los que cuenta dentro del territorio nacional. Una situación que pone en vilo a la seguridad paraguaya.
juan.lezcano@abc.com.py