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El fiscal Luis Piñánez imputó al diputado cartista Rivas por los supuestos hechos de estafa, cobro indebido de honorarios, uso de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso y expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso, y también a Reinaldo Chaparro Penayo, Lucio Romero Caballero y Nery Antonio Franco González, quienes son funcionarios de la Cámara de Diputados, pero prestan servicios particulares en las casas que tiene el legislador.
Este caso es calcado al de los “caseros de oro” del ahora exdiputado José M. Ibáñez (ANR, Añetete), quien tuvo que admitir los hechos para no ir a un juicio oral y fue blanqueado no sólo por la cuestionada fiscala Victoria Acuña, quien le dio una salida procesal, sino también por sus colegas, quienes habían archivado su pérdida de investidura para que no prospere la intención. Finalmente la presión ciudadana pudo más e Ibáñez terminó renunciando a su banca.
La defensa de Rivas viene planteando hace un año una serie de chicanas para evitar que la comunicación de su pedido de desafuero sea tratado en la Cámara de Diputados. Cada vez que intenta destrabar el caso, Rivas presenta una nueva chicana (ver infografía).
La ayuda política la recibe Rivas de parte de sus colegas, que son encabezados por el también investigado por hechos de corrupción Miguel Cuevas, quien en su carácter de presidente de la Cámara Baja se niega a incluir en el orden del día el pedido de la justicia para sacarle sus fueros a Tomás Rivas. Ahora deberá analizar el pedido de los ciudadanos organizados, que la semana pasada le pidieron que incluya el pedido de desafuero en el orden del día.
En el plano judicial, Rivas hace uso y hasta abuso de las chicanas, recusando a camaristas, miembros de la Corte y jueces, para evitar presentarse ante la justicia a dar cuenta de sus “caseros de oro”.
Los miembros de la Cámara de Apelación Cuarta Sala, Emiliano Rolón Fernández, Arnulfo Arias y Carlos Ortiz Barrios, también le dieron una ayuda al diputado dilatando resolver la apelación que presentó Rivas contra la decisión del entonces juez Rubén Riquelme, quien comunicó a Diputados la imputación y pedido de desafuero. Estos tres magistrados dejaron correr los meses y nunca resolvieron el incidente, recién lo hicieron el 2 de mayo pasado, a días de cumplirse un año.
Tardó seis minutos para chicanear
Uno de los “caseros” del imputado diputado Tomás Rivas (ANR, cartista) recusó nuevamente el viernes a la jueza Leticia Paredes, quien es la nueva titular del expediente. Apenas seis minutos después de recibir el expediente fue recusada por Nery Franco González, uno de los tres sindicados como “casero”.
Esta recusación debe ser enviada a la Cámara Cuarta Sala, que podría volver a dilatar su decisión por un año más y de esa forma el diputado Tomás Rivas, seguirá blindado por la justicia y la política.
Los senadores, por el contrario, no hicieron caso a la chicana que presentó el imputado senador Javier Zacarías Irún (ANR, cartista), e igualmente le sacaron la inmunidad legislativa.