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–¿Cuánto tiempo en Emergencias Médicas?
–Me hice cargo del principal centro de trauma del país hace unos 7 meses, aproximadamente, por solicitud del ministro Arbo, quien pidió una mano para tomar las riendas en esto que es el buque insignia del Ministerio de Salud Pública. Considero al Dr. Arbo una persona honesta, capaz y aparte es un amigo, decidí poner el hombro y ayudar.
–¿Si el Dr. Arbo no era honesto?
–No venía. No tengo padrinos políticos, tampoco soy cupo de ningún partido. Creo que mi trayectoria de 40 años en el Hospital de Clínicas, de practicante hasta decano, es la bandera que seguramente me sirve en algunos casos.
–¿Qué encontró al hacerse cargo del Centro de Emergencias Médicas?
–Lo primero fue mirar las estadísticas. Allí comenzó a formarse en mi razonamiento una serie de puntos que pienso que son vitales. Por ejemplo, todas las semanas la cantidad de accidentados politraumatizados graves es de un promedio de 200, entre viernes, sábado y domingo. De este grupo, dos tercios corresponden a motos y un tercio a otros vehículos.
–¡Es una cifra pavorosa! ¿Cuál fue su primera impresión?
–La primera reacción fue culpar a los motoristas. No saben manejar, no usan casco, no respetan las reglas de tránsito. Lo primero es culpar al motociclista. En un elevado porcentaje son realmente los culpables porque no tienen educación vial y no cumplen las leyes de tránsito o bien porque están alcoholizados. Hay muchas veces en que realmente son ellos los responsables, pero este es un pensamiento muy simplista.
–¿Simplista...?
–Hay que ir al fondo de la cuestión. ¿Cuál es? Nuestro pueblo es un pueblo pobre, un pueblo que no tiene suficientes medios, el ingreso per cápita es ridículo. La mayor parte de nuestra población es pobre y está necesitada de trabajar. Si vivo en una compañía de Capiatá y debo estar a las 7 en mi trabajo, ¿qué alternativas tengo? Pedir a un socio que me acerque a la ruta, agarrar una bicicleta o llegar a caballo hasta la ruta, luego tomar un ómnibus y llegar colgado hasta mi trabajo.
–¿El pecado original es la falta de transporte público eficiente?
–Sí, allí se encuentra el origen del problema. La falta de un adecuado transporte público, eficiente y de buena calidad va a hacer que más de la mitad de la población deje su vehículo en la casa, pero como no hay, todos los días tenemos una invasión de chatarras, de motos, autos en mal estado, gente que no sabe manejar, que no cumple las leyes y un largo etcétera.
–La consecuencia se refleja en las estadísticas.
–Una invasión que lleva a un congestionamiento exagerado en una ciudad como Asunción. ¡En este momento el tránsito es para volverse loco! Hay horas donde uno no se mueve en la calle. No solo congestión, también accidentes
–También influye en la delincuencia.
–Es otro factor que salta a la vista. Habiendo tantas motos es imposible controlar a todos. Basta con ver la cantidad de asaltos que se llevan a cabo en motos. Creo que si disminuye el número de motos también se va a reducir el porcentaje de delitos relacionados a este medio de transporte. En buena parte de las grande ciudades, la gente pasa un buen tiempo bajo tierra, en el subte. Si es bueno el servicio de transporte público, hasta los ministros usan el sistema.
Esto hace que el tránsito se descongestione. Otro factor positivo es que el humilde ciudadano no tendrá que sacar su chatarra a la calle o bien comprar una moto.
–Claro, no es que tienen moto porque quieren precisamente.
–Pasa que no tienen alternativa, no tienen opción. El Estado tiene la obligación de dar un buen sistema de transporte público, este es el primer punto. El segundo, viendo aquí los accidentados que llegan, que corresponden a una amplia gama de posibilidades. Está el accidentado que no tiene medios. Llega aquí porque no tiene alternativa para su pobreza y su afección.
A esa persona hay que cubrirle todos los gastos. El Estado dio un gran paso otorgando la gratuidad de la atención en la salud, eso hay que reconocer al gobierno de Lugo y a Esperanza Martínez, fue un gran paso.
Un poco desordenado tal vez al inicio, pero es un gran logro para la población.
–La gratuidad de la salud es una cosa.
–¡Obvio! El desangramiento del Estado es muy diferente, es otro tema. La gratuidad de la salud es para las afecciones en donde no hay imputados y donde no hay cumples a quienes pedir rendición de cuentas. Los responsables de accidentes tienen que asumir el costo del daño que causaron. Una camioneta lujosa que arrolla a un motociclista y quizás en condiciones de ebriedad o un adolescente que no tiene registro, los conductores tienen que asumir una responsabilidad, se tienen que pagar todos los gastos que ocasionan.
–Y está el accidentado que no tiene culpa pero tampoco tiene cómo pagar su atención.
–Hay gente que no tiene un mango partido por la mitad pero debemos cubrir el costo de su recuperación porque no tiene alternativa. Otro problema muy particular es: ¿qué hacer con los alcoholizados? Hay países donde no se cubre ningún tipo de seguro cuando se comprueba el consumo de alcohol y esto sirve de advertencia a todos aquellos que en forma imprudente toman un volante en condiciones de ebriedad. Si me accidento, me sacan mi casa. En otros países no se especula. Aquí, con decir que las patrulleras policiales encuentran un borracho y lo traen a Emergencias Médicas. No tengo nada que hacer en estos casos, me ocupan una cama, saturando el servicio.
–No existe responsabilidad real del daño que se causa.
–La persona que causa un accidente, que tiene bienes, debe asumir la responsabilidad del daño que causó. En Paraguay el Estado paga un promedio de 30 millones de guaraníes en los grandes accidentados. Digo 30 millones haciendo un cálculo casi grosero. ¿Cuánto cuestan dos o tres operaciones, las prótesis, terapia intensiva? Es seguro que menos de 30 millones no cuesta. Algunos quedan 7, 8 meses en terapia intensiva.
El costo de los accidentes
Entre viernes, sábado y domingo se registran 200 accidentes de tránsito en el área metropolitana, de los cuales dos tercios involucran a motociclistas.
El costo promedio de terapia intensiva, por persona, es de 30 millones de guaraníes, monto que es cubierto con fondos del Estado. El costo se triplica cuando se llega a 3 o cuatro meses de internación.
Cada año el Estado destina un presupuesto de 100 millones de dólares al Centro de Emergencias Médicas, donde se cubre la totalidad del costo que demanda la atención de accidentados.
Responsables de los incidentes de tránsito no cubren ningún costo y generalmente llegan a acuerdos extrajudiciales para evitar demandas.