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El mismo grupo liderado por Manuel Cristaldo Mieres y Lucio Silva de la agrupación criminal EPP, que el pasado 4 de setiembre, había incendiado maquinarias en la estancia El Ciervo del Gral. (SR) Elvio Alonso Martino, situada en el departamento de San Pedro, al límite con Amambay, afirmó que ya tomaron el establecimiento, retando a la FTC y enviando a la vez un mensaje de que están ahí para seguir cometiendo todo tipo de delitos, al tiempo de señalarles de que no les tienen miedo.
El EPP mató en esta ocasión a Joel Brizuela (25) y Nery Peralta (23).
Ambos recibieron en la nuca un disparo de pistola 9 mm.
Los peones que estuvieron en poder del EPP por varias horas, declararon ayer ante el Ministerio Público en Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro.
Reconocieron a Cristaldo Mieres y a Silva como cabecillas del grupo que cometió el crimen.
Lo paradójico resulta que la cada vez más cuestionada Fuerza de Tarea Conjunta, también tiene un campamento en el mismo inmueble.
Los testimonios indican que en total fueron ocho los peones tomados por dos miembros de la banda armada.
Sin embargo, las víctimas, en la zona boscosa percibieron que estaba ocultos más integrantes.
A las 9:00 horas de ese día cuatro peones fueron interceptados por el grupo y una hora después aproximadamente llegaron a la zona otros cuatro trabajadores, quienes también fueron tomados de rehenes.
Todos fueron retenidos y a las 16:00, seis de los empleados del lugar fueron liberados, pero no sin antes advertirles que no vuelvan más a la zona y les entregaron panfletos del EPP.
Luego asesinaron a Brizuela y a Peralta con lo que suman 53 las víctimas fatales del EPP.
El fiscal Joel Cazal fue el que tomó las declaraciones de los testigos.
En tanto que el médico forense Pablo Lemir fue el que realizó la autopsia en Santa Rosa.
FTC no ingresó a la zona
Los seis peones liberados coincidieron en que los elementos de la FTC no ingresaron en la zona boscosa, que ellos por su cuenta llegaron a la estancia, que en ningún momento fueron rescatados por los uniformados. La labor de los organismos de seguridad es cada vez más cuestionada y acusan al comandante de la FTC, Erit Salinas, de falta de liderazgo y resultados. Los criminales en las narices de la Fuerza de Tarea Conjunta cometen asesinatos, incendian maquinaria, derriban torres de la ANDE, extorsionan a productores y además mantienen secuestrados a Edelio Morínigo y al menonita
Abrahán Fehr, de quienes los investigadores no tienen información alguna.