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Los subversivos mantuvieron de rehenes a un capataz y su familia y luego prendieron fuego al sitio. En una nota advierten que dejaron el monte minado con bombas. También habrían dejado una misiva a la prensa.
CUERO FRESCO, Horqueta (Aldo Rojas Cardozo, corresponsal). El nuevo ataque del EPP, el tercero en menos de dos semanas, se inició a las 19:00 en la entrada posterior del citado establecimiento, ubicado a unos ocho kilómetros de la Ruta V, a la altura del kilómetro 86.
Tres milicianos del grupo armado, dos hombres y una mujer, irrumpieron con armas largas en el lugar y tomaron de rehenes al capataz Néstor Cristaldo López, su pareja Lorena Raquel Benítez y la hija de ambos, Giovanna Cristaldo Benítez, de apenas 4 años de edad.
Los criminales arengaron por varios minutos a la pareja y luego le prendieron fuego a la casa. También dispararon contra el tanque de agua, la antena parabólica y un transformador de energía que estaban instalados en el sitio.
Dejaron una nota
Antes de marcharse, uno de los secuestradores obligó al empleado a redactar un mensaje en una hoja de agenda. La nota dice textualmente: "Tractoristas, renunciar porque hay bombas en el bosque. EPP les ordena poner un puesto de salud y medicamentos por la suma de 10 mil dólares y parar de arar el campo".
El texto añade: "No poner vacas en el monte y pagarle al doctor mensualmente para la gente de la cafetalera. Entregar provistas por la suma de 10 mil dólares y carne de diez vacas faenadas a la comunidad de La Reconquista.
La última parte de la misiva señala: "No fumigar el sojal. Plantar árboles por cien metros del alambrado. Cumplir un plazo de diez días".
La estancia "Agüerito" tiene otra entrada hacia la zona de Hugua Ñandú. El establecimiento de 30 mil hectáreas pertenece al brasileño Renato Rezende y fue usado como el primer campo de adiestramiento paramilitar de los miembros del actual brazo armado del EPP.
Según los antecedentes, aproximadamente desde el año 2004, Osvaldo Villalba, Manuel Cristaldo Mieres y Magna Meza hicieron "cursos intensivos" de supervivencia en los montes del citado establecimiento, junto con los ya abatidos Gabriel Zárate Cardozo y Nimio Cardozo Cáceres.
Tres milicianos del grupo armado, dos hombres y una mujer, irrumpieron con armas largas en el lugar y tomaron de rehenes al capataz Néstor Cristaldo López, su pareja Lorena Raquel Benítez y la hija de ambos, Giovanna Cristaldo Benítez, de apenas 4 años de edad.
Los criminales arengaron por varios minutos a la pareja y luego le prendieron fuego a la casa. También dispararon contra el tanque de agua, la antena parabólica y un transformador de energía que estaban instalados en el sitio.
Dejaron una nota
Antes de marcharse, uno de los secuestradores obligó al empleado a redactar un mensaje en una hoja de agenda. La nota dice textualmente: "Tractoristas, renunciar porque hay bombas en el bosque. EPP les ordena poner un puesto de salud y medicamentos por la suma de 10 mil dólares y parar de arar el campo".
El texto añade: "No poner vacas en el monte y pagarle al doctor mensualmente para la gente de la cafetalera. Entregar provistas por la suma de 10 mil dólares y carne de diez vacas faenadas a la comunidad de La Reconquista.
La última parte de la misiva señala: "No fumigar el sojal. Plantar árboles por cien metros del alambrado. Cumplir un plazo de diez días".
La estancia "Agüerito" tiene otra entrada hacia la zona de Hugua Ñandú. El establecimiento de 30 mil hectáreas pertenece al brasileño Renato Rezende y fue usado como el primer campo de adiestramiento paramilitar de los miembros del actual brazo armado del EPP.
Según los antecedentes, aproximadamente desde el año 2004, Osvaldo Villalba, Manuel Cristaldo Mieres y Magna Meza hicieron "cursos intensivos" de supervivencia en los montes del citado establecimiento, junto con los ya abatidos Gabriel Zárate Cardozo y Nimio Cardozo Cáceres.