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Lafuente expuso ayer sobre el proyecto de presupuesto 2016 para el ministerio a su cargo. En ese contexto, los parlamentarios le preguntaron si se tiene algún informe sobre la situación de los edificios educativos, visto el reciente derrumbe del techo del Colegio Nacional de Lambaré.
La ministra respondió que cada escuela efectúa un relevamiento de las necesidades, sea del edificio, aulas, mobiliario o recursos humanos, y presentan el resultado en una declaración jurada, por lo que cada departamento conoce cuáles son las obras que requieren, incluso con un índice de prioridad.
Explicó que ese índice indica que casi el 80% de las instituciones requiere de alguna intervención, que puede ir de una reparación menor a otras más complejas.
A su criterio, los recursos del tesoro disponibles y los del Fonacide alcanzan para financiar parte de esas necesidades, pero que sobre eso se necesita US$ 475 millones más para ello. El MEC tiene asignados G. 4,8 billones (US$ 869 millones) para 2016, 4,7% más que este año, dijo la ministra.
Lo llamativo es que las mismas autoridades del sector han informado que en tres años se han cedido unos 200 millones de dólares del Fonacide para justamente hacer esas reparaciones y, sin embargo, se hayan obtenido tan pocos resultados.