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Una foto a la que tuvo acceso ABC Color muestra al oficial inspector Aquiles Villalba compartiendo con el intendente de La Paloma, Carlos Villalba López, durante un festejo por el cumpleaños de este último.
Cuando la semana pasada nuestro diario publicaba la supuesta relación que unía al efectivo de la unidad Antinarcóticos de la Policía con el que es conocido como el hombre más poderoso de Canindeyú, el primero trató de negar cualquier tipo de vínculo.
“Ni le conozco personalmente a ese Villalba de La Paloma. No tengo la más ínfima relación de amistad y mucho menos familiar. Yo soy Villalba de Caazapá, esa gente son eternamente fronterizo. Las veces que vine al departamento de Canindeyú, específicamente a Ypejhú, como Antinarcóticos fue para destrucción de plantaciones de marihuana, y mi último trabajo en la zona fue cuando allanamos la estancia de Vilmar Acosta. Los agentes de la zona se pasaron sin hacer nada una semana por las filtraciones que existía, nosotros nos fuimos de Asunción para realizar el trabajo”, aseguró cuando se le consultó sobre sus supuestos vínculos familiares con los políticos colorados. Aseguró en aquel entonces que estuvo destacado en Salto del Guairá en 2004 y que en 2006 ingresó al departamento antinarcóticos de la Policía.
Llegó incluso a señalar que si el prófugo Acosta Marques fue imputado por narcotráfico se debía a su trabajo, aunque no recordó que Medina había comenzado a denunciar los vínculos de “Neneco” con el narcotráfico ya en 2010 y que nunca existieron acciones concretas para investigar sino hasta después del asesinato del periodista.
Sin embargo, datos a los que tuvimos acceso señalan que el mismo sería ahijado de uno de los hermanos de la diputada Cristina Villalba, la “madrina” del prófugo Vilmar Neneco Acosta Marques, supuesto autor intelectual del asesinato del periodista de ABC Color Pablo Medina y Antonia Almada.
Fuentes señalaron a ABC Color que, al contrario de lo afirmado por Aquiles Villalba, el mismo cumplió funciones en la comisaría del distrito de La Paloma, donde el todopoderoso Carlos Villalba decide quién se queda y quién se va.
En 2012, tras la destitución de Fernando Lugo, fue trasladado a Asunción, como ayudante de quien fue jefe de la comisaría de Curuguaty durante la masacre del 15 de junio de aquel año, y fue escalando hasta llegar al cargo que ocupa actualmente: jefe de inteligencia de Antinarcóticos.
En el departamento de Canindeyú algunas versiones señalan que los líderes del narcotráfico han contado siempre con el apoyo de efectivos de Antinarcóticos y que por ello nunca son detenidos. Lo que sí ha quedado confirmado es que grupos políticos protegían a las estructuras del crimen organizado que actúan impunemente en la zona.
Si bien no existe una denuncia concreta contra el agente de Policía, llama bastante la atención que un oficial de alto rango, que tiene lazos con la familia Villalba, lo haya negado luego de que se denunciara la protección de los mismos a narcos.
LA DINASTÍA VILLALBA
El intendente de La Paloma, Carlos Villalba, y su hermana, la diputada Cristina Villalba de Abente, lideran un clan familiar conocido como el más poderoso del departamento de Canindeyú. Su padrinazgo comenzó a construirse en la segunda mitad de la década de los 90 y desde entonces muy pocos se han animado a enfrentarlos.
“Los que mandan acá son ellos (los Villalba), tienen la manija del departamento. Ellos son los que manejan todas las cosas acá; ellos mandan por la Policía, la Fiscalía, los jueces. Ellos son las autoridades y a ellos obedecen todos”, había dicho semanas atrás el empresario y político colorado de Curuguaty Juan Pío Ramírez.