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Está previsto que este polémico proyecto de ley se trate mañana en la sesión de la Cámara Baja, aunque hay tendencia a una nueva postergación.
Los proyectistas son los diputados colorados José María Ibáñez y Miguel Ángel del Puerto, quienes pretenden que la Policía Nacional se encargue de “otorgar, controlar y reglamentar los permisos de portación de armas de fuego y crear base de datos e identificación balística sistematizada”.
Por su parte, la Dirección del Material Bélico (Dimabel) estará facultada para “registrar, controlar y reglamentar la tenencia de armas de fuego, fabricación, importación, exportación, comercialización, tránsito, traslado, almacenamiento, depósito y custodia”, entre otras severas exigencias.
Multas
La propuesta legislativa es muy draconiana (Dracón de Tesalia), porque hasta establece una pena privativa de libertad de hasta diez años para las personas que tuvieren o transportaren armas de fuego, municiones, etc.
El proyecto también establece severas multas que van desde el salario mínimo legal de G. 1.824.055 hasta G. 5.472.165, para las personas que no cumplan el simple requisito de no renovar su licencia, que tiene validez por cinco años.
Estas sanciones darán luz verde a la Policía Nacional para pedir coima a los portadores de armas, especialmente en el campo, donde el ciudadano se encuentra totalmente desprotegido.
Comunicar cambio de domicilio
El titular de un permiso de tenencia de un arma de fuego debe informar a Dimabel todo cambio de domicilio o lugar de tenencia del arma de fuego dentro de los 30 días, según proyecto de diputados Ibáñez y Del Puerto.
Ni el propietario de un automóvil o de un tractor es sometido a una obligación como esta. Debido a las numerosas imprecisiones y descabelladas obligaciones, el proyecto de ley se encuentra postergado en la Cámara Baja.
Originalmente, la modificación de la Ley de Armas 4036/2010 fue vista como una oportunidad. El objetivo era modificar las engorrosas restricciones que impedían el crecimiento del rubro de la caza deportiva y la práctica de tiro, especialmente en establecimientos en el Chaco, donde se necesitan fuentes de empleo. Ahora plantea todo lo contrario.