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Al menos seis de los diputados que viajaron a Colombia para participar de cursos como “El amor en los tiempos de campañas electorales: conocer para seducir” demostraron que, o no aprendieron mucho con las disertaciones o al menos no las aplican, ya que ayer la página oficial de Diputados levantó la información de sus antecedentes académicos, impidiendo que la ciudadanía acceda a sus currículos.
Llamativamente, los datos de los diputados Cyntia Tarragó, Marcial Lezcano, Purificación Morel, Walter Harms, de la ANR, y de los liberales Ramonita Mendoza y Carlos Portillo ya no figuraban en la página oficial del Congreso. Estos datos aparecían desde el inicio del presente período legislativo, tal como consta en la infografía que acompaña esta nota.
El interés en los currículos y en la capacitación que tiene cada uno de los legisladores se disparó ayer, especialmente en las redes sociales, ya que el diputado liberal Carlos Portillo, al justificar su asistencia al mencionado seminario, aseguró contar con siete títulos profesionales, “a pesar de su corta edad” (El legislador tiene 33 años).
La ciudadanía, sin embargo, ya no puede acceder a la información oficial sobre los más de media docena de títulos con los que contaría Portillo, entre licenciaturas, y doctorados. En la reseña que figuraba antes del “levante” de la página web, se señalaba que desde el 2002 hasta el 2012, Portillo obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas, el título de abogado y posteriormente una “maestría y doctorado” en Derecho. También figura un postgrado en “Didáctica Superior Universitaria” y el título de “Escribanía y Notariado”, además de una “Licenciatura en Ciencias Ambientales” y un título de “Ingeniero Ambiental”, todas en universidades de Ciudad el Este. También citó entre sus “logros académicos” una serie de “menciones honoríficas” desde sus estudios primarios. A pesar de todos estos títulos, sin embargo, el diputado Portillo hace gala de notorios errores ortográficos y de concordancia, evidenciando un pobre manejo de la lengua española. El viaje de diez diputados, que costó al Estado más de G. 52 millones solo en viáticos, despierta críticas de la ciudadanía. El seminario estuvo centrado en temas proselitistas y electorales, pero ninguno, de índole legislativa.
“Quinta pata al gallo”
Según declaraciones que Portillo hizo ayer a radio 1000, “la gente quiere buscar la quinta pata al gallo (...), la mayoría de los periodistas están buscando eso (sic)”. Indicó que él se sintió “agraviado” por las críticas, especialmente de la prensa, por el viaje que realizó el grupo de parlamentarios a un curso que poco tiene que ver con la labor legislativa. Aseguró, sin embargo, que él se pagó su pasaje.